Se trata de una investigación con foco en América Latina y el Caribe sobre las oportunidades de inversión para incrementar la igualdad de género en la región a través del sector privado.
A nivel mundial, la inversión con un enfoque de género ha crecido en los últimos años. En 2018, los vehículos de inversión privado ascendieron a más de US$ 2,2 mil millones y, en los mercados públicos, se invirtieron US$ 2,4 mil millones en activos bajo gestión (AUM, por sus siglas en inglés). Sin embargo, en el caso de América Latina y el Caribe, aún existen escasos productos y vehículos de inversión con perspectiva de género. Ésta es una de las principales conclusiones del primer estudio latinoamericano sobre inversión con un enfoque de género elaborado por el Instituto de Innovación Social de ESADE con BID Invest, la institución del sector privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El informe “Inversión con un enfoque de género: Cómo las finanzas pueden acelerar la igualdad de género en América Latina y el Caribe” es una investigación detallada sobre las oportunidades de inversión para incrementar la igualdad de género en la región a través del sector privado. En este sentido, identifica tanto las brechas para el capital de riesgo, el capital privado y el Capital Semilla, como ejemplos de las empresas liderando esta tendencia en distintos países como México, Colombia, Panamá y Brasil.
La inversión con un enfoque de género se caracteriza por incluir aquellas inversiones en empresas dirigidas por mujeres, que promuevan la igualdad de género en el lugar de trabajo y que desarrollan productos y servicios que impactan positivamente a las mujeres. Para el director general de ESADE, Koldo Echebarria, “la inversión con un enfoque de género puede dar lugar a retornos financieros a la vez que contribuye significativamente a impulsar la igualdad de género”.
Por su parte, para la directora general de Negocio de BID Invest, Gema Sacristán, se trata de “una estrategia de inversión proactiva y trasversal a distintas clases de activos, que genera ganancias tanto para los inversionistas como para las empresas”.
Bonos de género, la nueva tendencia
En América Latina y el Caribe hay una importante brecha de financiación para las empresas lideradas por mujeres. Sin embargo, ellas continúan estando por encima del mercado en cuanto a crecimiento del consumo y del crédito.
Por otra parte, los bonos de género forman parte de una nueva tendencia en las finanzas sociales y constituyen una forma innovadora de otorgar préstamos a mujeres o a las Mini pyme de mujeres. Actualmente, la brecha financiera es de US$5 mil millones para las microempresas lideradas por mujeres y US$ 93 mil millones para las pymeS de mujeres.
El potencial mercado femenino continuará creciendo
Según se desprende el informe, se prevé que en 2025 las mujeres controlen el 75% del gasto de consumo. Las mujeres también controlan el gasto como inversoras individuales. A nivel mundial representan un segmento de inversión clave que impulsa la inversión con un enfoque de género.
La diversidad de género es buen negocio: más allá de los valores, posee potencial para mejorar el perfil de riesgo/remuneración de las carteras de inversionistas. El estudio recomienda facilitar una fuerza de trabajo diversa para ayudar a las organizaciones de diversas maneras: atrayendo a los mejores empleados, reduciendo la rotación de empleados, mejorando el desempeño empresarial, mejorando el acceso a los mercados y fortaleciendo la reputación. Las empresas con fuerzas de trabajo más diversas también están mejor equipadas para innovar en el desarrollo de productos, aprovechando las nuevas oportunidades de negocios, como el mercado femenino.
Más oportunidades de inversión en mercados públicos
El estudio ofrece una mirada comparativa de cómo los vehículos de inversión en los mercados público y privado están creciendo a nivel mundial y en América Latina y el Caribe. Las estrategias de capital público con perspectivas de género explícitas reunieron más de US$2.400 millones en activos bajo gestión (AUM, por sus siglas en inglés en 2018).
Desde 2013, estuvieron disponibles más de 30 estrategias de inversión con perspectiva de género en mercados públicos para los inversionistas, lo que equivale a más de cinco nuevas opciones de inversión al año. Desde enero de 2017, se han creado más de 16 estrategias nuevas. Estos vehículos abarcan diversas clases y estructuras de activos, entre ellos: 14 cuentas gestionadas por separado, nueve fondos cotizados en bolsa, siete fondos de inversión, tres emisiones de obligaciones de igualdad de género, un título cotizado en bolsa y un certificado de depósito (CD).
A nivel mundial, en los mercados privados, los fondos de capital de riesgo (CR)/capital private (CP) con perspectiva de género obligatoria han ascendido explosivamente desde US$1.300 millones entre 58 fondos con estrategias basadas en el género en 2017, a más de US$2.200 millones entre 87 fondos en 2018. El índice de lanzamiento de fondos está en ascenso, con 19 fondos puestos en marcha en 2017 y 27 en 2018. Seis de los 87 fondos de CR/CP indican que ALC es uno de los destinos de sus fondos. En 2018, la diversidad regional se elevó, con solamente el 40% de los fondos de 2018 declarando a EEUU como su destino geográfico único, en comparación al 80% en 2017.
Hay información mundial que expone que los segmentos de inversión que están impulsando la inversión con un enfoque de género son las mujeres inversionistas y los millennials. Ambos segmentos poseerán gran cantidad de la riqueza en años venideros, previéndose que las mujeres posean el 32% de la riqueza para 2020. Son sensibles a las inversiones sostenibles (84% de las mujeres y 86% de los millennials versus 67% de los hombres expresan su apetito de inversiones sostenibles). Las mujeres inversionistas se muestran particularmente interesadas en la diversidad de género, queriendo el 79% invertir en empresas con fuerte diversidad de género.
En EEUU, en 2018, la inversión con un enfoque de género afectó la gestión de US$868.000 millones en activos de inversión institucional, elevándose desde los US$397.000 millones en 2016. Los gerentes de carteras tuvieron en cuenta la igualdad de oportunidades de empleo y diversidad entre los US$843.000 millones en activos a comienzos de 2018, aumentando de los US$249.000 millones en 2016.