El Centro de Investigación de Empresas Familiares (Cief) de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) crearon la Radiografía de la empresa familiar en México.
En México, 83% de las empresas son familiares, y en su mayoría son, pequeña y mediana (pymes), que generan 67% del empleo en el país, por ello significan una parte importante de la economía; sin embargo, no existen estudios sobre las dificultades que enfrentan, su conformación administrativa y de gobierno.
Por ello el Centro de Investigación de Empresas Familiares (Cief) de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) crearon la Radiografía de la empresa familiar en México, que define los procesos de sucesión como uno de los principales retos de este tipo de compañías.
El estudio presentado por Luis Ernesto Derbez Bautista, rector de la Udlap dice que uno de los retos principales que tendrán que afrontar las empresas familiares en los próximos cinco años, es el cambio de generación, para lo cual tendrán que desarrollar planes de sucesión, debido a que sólo 73% cuenta con un plan de este tipo.
“Así, las empresas familiares se enfrentan a un reto muy importante, se encuentran ante una de las mayores dificultades que empresas de este tipo suelen enfrentar y, al parecer, no están preparados para ello”.
Falta de formación
En México, la mayoría de las empresas familiares están conformadas por la primera generación (66%), un porcentaje menor por la segunda (29%) y sólo 4% por la tercera, lo cual muestra una difícil batalla en el crecimiento y ello se debe en gran medida a que 67% de las empresas no cuentan con un plan de formación y sólo 30% si lo hace.
“Lo que muestra la visión corta de la empresa familiar, ya que al no preocuparse por la formación y capacitación del empleado (familiares y no familiares) pierden competitividad en los mercados actuales”.
La formación de directivos también es importante para que la empresa crezca, pero sigue siendo un tema al que no se le presta mucha atención, ello debido a que 55% de las empresas familiares mexicanas tienen entre 76% y 100% de los directivos con una licenciatura.
Asimismo, en siete de cada 10 empresas, los miembros de la familia no compiten por puestos directivos en el mercado laboral, es decir, el ingreso a puestos de alta dirección es sólo por el apellido y no necesariamente por estar capacitado para el puesto.
Además, las empresas (55%) no han tomado acciones en caso de que algún directivo clave falte, por lo que la inesperada ausencia de uno de ellos representaría el no poder cubrir el puesto, por lo menos en el corto plazo.
Poca diversificación
La planeación estratégica es fundamental para la competitividad de las empresas, debido a que les permite crecer en el mercado existente, encontrar nuevas áreas de oportunidad (exportación) y brindar nuevos y mejores servicios; sin embargo, 71% de las empresas familiares no cuentan con un plan estratégico y son sólo 29% sí tienen un plan.
Aunque las empresas grandes son las de mayor antigüedad, muchas de ellas detienen su crecimiento y esto se debe, en gran medida a la falta de internacionalización, 69% se centran en el mercado regional y sólo una pequeña parte de éstas (6%) se enfocan en el internacional.
A lo largo de los años se ha dicho que las empresas familiares no se diversifican, pero la situación no es así, la encuesta realizada a 1,496 empresas, refiere que 55% de las compañías se han ingresado a nuevos mercados durante los últimos tres años, ello demuestra que no son tan adversas al riesgo como se podría suponer.
Esto se corrobora porque 67% de las empresas familiares han introducido nuevos productos y/o servicios al mercado durante los últimos tres años y sólo 45% no lo ha hecho. Entre los estados donde se ubican las empresas familiares más dinámicas, en cuanto a incursión en nuevos mercados, se encuentran Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, asimismo, los estados con más introducción de nuevos productos o servicios, son: Tamaulipas, Baja California Sur y Sonora.
La mujer, ausente en puestos directivos
Las empresas familiares tienen una falta de institucionalización debido a que “las decisiones siguen siendo altamente concentradas en el director de la empresa, quien es generalmente el fundador, ya que la mayor parte de las empresas es de primera generación”.
De acuerdo a la encuesta el órgano de gobierno más habitual es el directivo, (32%), seguido por el consejo de administración (21%), consejo familiar (18%), junta de accionistas (15%) y asamblea familiar (14%).
Las mujeres aún tienen una baja participación en los puestos directivos de empresas familiares, sólo 23% de estos negocios están dirigidos por mujeres, comparado con 77% de hombres que dirigen una empresa.
Al respecto del tamaño de las empresas dirigidas por mujeres, 28% de las empresas familiares son micro, 21% pequeñas, 11% medianas y 8% grandes. Esto quiere decir que “a mayor tamaño de la empresa familiar, menor la participación de la mujer en la dirección general de las mismas”.
De la presencia de mujeres en los órganos de gobierno, 21% están en los conejos familiares, en asambleas familiares y consejo de administración es del 18%, siendo la junta de accionistas donde menor participación de mujeres hay, sólo 15 por ciento.
Ubicación define crecimiento
El estudio también refiere que la ubicación geográfica de las empresas familiares juega un papel fundamental para su desarrollo, debido a que es el mismo entorno el que moldea la relación empresa-familia, “la problemática de unos estados no necesariamente es la problemática de otros”.
Nayarit, Yucatán y Nuevo León son los estados con mayor número de empresas familiares, en tanto que Quintana Roo, Campeche y Tabasco tienen una menor participación de este tipo de empresas, asimismo, son los sectores de construcción (88%), manufacturero y comercio (85%) y de servicios (79%) los encabezados por empresas familiares.
En cuanto al tamaño, la mayor parte de las empresas familiares son microempresas (57%), seguido por pequeñas (29%), medianas (11%) y grandes (3%). Los estados con el mayor porcentaje de empresas familiares a nivel micro son: Colima, Nayarit y Tlaxcala, mientras que Chihuahua, Puebla y Estado de México cuentan con la mayor participación de empresas familiares grandes.
La encuesta, determina que existe una relación directa entre el tamaño de la empresa y la antigüedad, siendo las de mayor tamaño las que perduran al paso del tiempo, en este sentido, 39% de las empresas familiares tienen una antigüedad de 20 años y las más longevas se ubican en los estados de Chihuahua, Chiapas y Durango, mientras que los estados donde se encuentran las empresas con menor tiempo en el mercado son: Baja California Sur, Sonora y Aguascalientes.
“Estas empresas (pymes), en su gran mayoría, son familiares, y también son las que tienen una menor esperanza de vida, por lo que si queremos generar soluciones a múltiples problemáticas, tenemos que jerarquizar primero esas problemáticas para que puedan ser atendidas y solucionadas, debemos de dejar de generalizar y comenzar a ser mucho más precisos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) debería incluir datos que permitan la identificación de las empresas familiares en los censos económicos, haciendo énfasis principalmente en aspectos de propiedad, administración y gobierno corporativo”, finaliza el estudio.