Estudio de profesionales de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, muestra una fórmula para bloquear el ciclo vital de la infección, que es la de mayor crecimiento y mayor prevalencia de las enfermedades de transmisión por picadas de mosquito.
Unos 390 millones de personas se infectan del virus del dengue cada año, contrayendo una enfermedad que causa fiebre y dolores severos. Y, en algunos casos, la muerte. Entre las infecciones transmitidas por insectos, ésta es la de mayor prevalencia y más rápido crecimiento, pese a lo cual aún no existen tratamientos antivirales o vacunas.
Frente a ello, surge una investigación desarrollada al alero de la Universidad de Stanford, EE.UU., que una vía celular en la persona infectada puede bloquear el ciclo de vida del virus, abriendo un camino de investigación para desarrollar un tratamiento antiviral. Según los investigadores, este mecanismo de acción permitiría que el fármaco no tuviera riesgos de que se desarrolle una resistencia a la droga, como ocurre con la mayoría de los antivirales en otras enfermedades.
La estrategia fue publicada en la revista científica Cell, y se desarrolló a partir de la observación de la técnica con la que el virus manipula la maquinaria celular del cuerpo que infecta. Un equipo liderado por la profesora de biología y genética Judith Frydman se enfocó en la proteína llamada Hsp70, esencial en la producción de otras proteínas virales que colaboran en la expansión de la infección.
En colaboración con laboratorios de la Universidad de California, San Francisco, y la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí, probaron un grupo de drogas que apuntan a las actividades realizadas por compuestos del cuerpo infectado que son necesarias para el virus. La inhibición de la Hsp70 podría bloquear a varias cepas del dengue, sin dañar a otras células. Por ello, según Frydman, el tratamiento no sería susceptible al desarrollo de resistencia por parte del virus.
"Este inusual falta de resistencia del dengue a los compuestos que apuntan a la Hsp70 abre camino l uso de tratamiento sin perder efectividad", dijo la investigadora. "El estudio llega a un campo muy poco explorado de la biología y entrega un nuevo paradigma para pensar en las drogas antivirales".
De acuerdo con Frydman, los compuestos desarrollados con esta técnica podrían ser efectivos también contra otros virus de transmisión por insectos, como el virus del Nilo Occidental, la fiebre amarilla y la encefalitis.