Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica y la compañía Cellus, realizarán estudios en animales de experimentación, con el fin de promover la recuperación de tejidos dañados por esta enfermedad.
Cluster Salud. Una nueva investigación en modelos preclínicos con células madre se iniciará en Chile para encontrar una forma de combatir el mal de Parkinson. La investigación está a cargo del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) y la empresa Cellus.
El proyecto propone analizar el potencial terapéutico de las células pluripotenciales, llamadas Muse-AT. Este tipo de células son extraídas del tejido adiposo humano, modificadas para su diferenciación y reinyectadas en el organismo. Los expertos esperan que esta tecnología, que será probada en ratones, permita proteger o regenerar las neuronas dopaminérgicas que se ven afectadas por la enfermedad.
Las células Muse tienen la cualidad de ser resistentes al estrés y son capaces de migrar a sitios de daño mediante un proceso denominado “homing”, a diferencia de otras células madre. Una vez instaladas, pueden diferenciarse en células de tejido blanco, tomando parte en el proceso de regeneración o reparación del tejido dañado.
El beneficio de las células Muse
Actualmente, Cellus se enfoca en la utilización de células madre para el área de traumatología y ortopedia, una tecnología que se aplica mayormente en el rubro deportivo. La compañía además tiene la licencia exclusiva en Latinoamérica, para aislar y utilizar las células Muse-AT, inicialmente desarrolladas en la Universidad de California, Estados Unidos.
Según Amparo Zuleta, Jefe de Innovación y Desarrollo de Cellus, estas células tienen un potencial gigante en el Parkinson: “Pensamos que sus beneficios también podrían ser expansivos para otras enfermedades neurodegenerativas”, Zuleta también incluye dentro de esto, patologías crónicas y daños en el sistema nervioso central y periférico, o a nivel de la médula ósea.
Respecto a los pasos a seguir, el director alterno del BNI, Claudio Hetz asegura que la experiencia del BNI en el estudio del Parkinson y empleo de estrategias terapéuticas en modelos preclínicos, permitirá avanzar más rápidamente hacia los resultados esperados.
Para el estudio, Hetz explica que las células se obtendrán por liposucción en personas donantes y se aislarán e inyectarán en ratones: “Son más efectivas que las llamadas IPS, que se obtienen de células de la piel. Otra gran propiedad es que éstas pueden ser inyectadas directamente en la sangre ya que detectan el lugar del daño mediante una característica única de rastreo. También, hay estudios que señalan que éstas pueden cruzar la barrera hematoencefálica, llegar al cerebro e incluso convertirse en neuronas”.
Los ensayos con estas células, según Hetz, pueden terminar de dos formas: o las células se convierten en neuronas nuevas o que entreguen células que liberen factores neuroprotectores para mejorar el ambiente cerebral donde hay daño: “Con todo este panorama la expectativa de éxito es positiva, y sin duda, esperamos poder estudiar más adelante sus beneficios en personas con las colaboraciones clínicas adecuadas”, añade el investigador, quien recientemente fue galardonado con el Premio a la Investigación Científica Universitaria Neurociencia, de Banco Santander.
La unión entre ciencia y empresa
El Dr. Andrés Couve, director del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica, aseguró que la alianza marca un precedente importante en Chile, respecto a la necesidad de incrementar la vinculación ciencia y empresa en el área de neurociencia y biomedicina: “Este proyecto tiene que ver con una convicción de BNI, de ser parte de soluciones a problemas actuales de la sociedad, articulando la investigación y desarrollo en la academia y el sector privado, pudiendo generar nuevos conocimientos que impacten en el bienestar de la población”.
De acuerdo al Dr. Claudio Hetz, el convenio con Cellus “refuerza nuestro principio de generar ciencia con misión, lo que implica emplear nuestras capacidades científicas y tecnológicas presentes en el instituto, para resolver problemas clínicos de relevancia nacional e internacional, y que sin duda, pueden agregar valor al producto de una empresa del área salud, como es en este caso, el de las células madre”.
Hetz aclara que la investigación busca cumplir con rigurosidad todas las fases preclínicas, necesarias para cualquier aplicación futura en humanos. De probarse la seguridad y eficacia de la terapia, se prevé continuar analizando los beneficios primero en estudios sistemáticos en animales, y de ser exitoso, se pasaría a la prueba en humanos, a través de esta alianza con la empresa chilena.
Pero Hetz es cuidadoso sobre la comercialización de una aplicación real a futuro. Asegura que toda aplicación con células madre tiene que pasar por estas fases y ensayos preclínicos serios, que además, sean divulgados en publicaciones científicas revisadas por un comité editorial: “No es posible saltarse etapas antes de llegar a la comercialización de un producto como éste”, declara.
Amparo Zuleta, aseguró que es importante establecer alianzas con el mundo académico por la poca transferencia tecnológica que existe hacia el campo productivo: “Actualmente, buscamos desarrollar nuevos productos de terapia celular personalizada para llevarlas al mercado, y en ese contexto, es fundamental esta vinculación con BNI, un actor relevante en la neurociencia a nivel mundial, y que nos permitirá generar conocimiento con bases científicas sólidas”, dijo.
El Parkinson es la segunda enfermedad neurológica más frecuente en el mundo y ataca a cerca del 3% de la población mundial sobre los 65 años. En el caso de Chile, según el Ministerio de salud afecta al 2% de los chilenos sobre 65 años y la cifra aumenta entre los mayores de 85