El vuelvo "verde" se da en momentos en que la iniciativa está recibiendo críticas internacionales por una supuesta campaña "para difundir la influencia china en el extranjero y para cargar a los países con una deuda insostenible".
Los líderes mundiales reunidos en Beijing esta semana para una cumbre sobre la iniciativa Una Franja, Una RUta (Belt and Road) acordarán un proyecto de financiamiento que respete los objetivos de la deuda global y promueva el crecimiento verde, según trascendió el fin de semana.
La Iniciativa es una política clave del presidente Xi Jinping y prevé reconstruir la antigua Ruta de la Seda para conectar a China con Asia, Europa y más allá con gastos masivos en infraestructura.
Pero la iniciativa ha resultado ser controvertida en muchas capitales occidentales, en particular en Washington, que lo considera como un mero medio para difundir la influencia china en el extranjero y para cargar a los países con una deuda insostenible mediante proyectos no transparentes.
Estados Unidos ha sido particularmente crítico con la decisión de Italia de suscribirse al plan el mes pasado, el primero para una nación G7.
En un aparente asentimiento a estas preocupaciones, el comunicado reitera las promesas alcanzadas en la última cumbre de 2017 para un financiamiento sostenible, pero agrega una línea sobre la deuda, que no se incluyó la última vez.
"Apoyamos la colaboración entre instituciones financieras nacionales e internacionales para proporcionar apoyos financieros diversificados y sostenibles para los proyectos", se lee en el borrador del comunicado.
"Fomentamos el financiamiento en moneda local, el establecimiento mutuo de instituciones financieras y un mayor papel del financiamiento para el desarrollo en línea con las respectivas prioridades nacionales, leyes, regulaciones y compromisos internacionales, y los principios acordados por la AGNU sobre la sostenibilidad de la deuda", agregó. a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La palabra "verde" aparece siete veces en el borrador. No fue mencionado una vez en el comunicado de la cumbre de hace dos años.
"Subrayamos la importancia de promover el desarrollo verde", se lee en el borrador. "Fomentamos el desarrollo de finanzas verdes, incluida la emisión de bonos verdes, así como el desarrollo de tecnología verde".
El máximo diplomático del gobierno chino, Wang Yi, dijo el viernes que el proyecto Belt and Road no es una "herramienta geopolítica" o una crisis de deuda para las naciones participantes, pero Beijing acepta sugerencias constructivas sobre cómo abordar las preocupaciones sobre la iniciativa.
Un total de 37 líderes extranjeros asistirán a la cumbre del 25 al 27 de abril, aunque Estados Unidos solo está enviando representantes de niveles inferiores, lo que refleja su inquietud por el plan.
El número de líderes extranjeros en la cumbre del 25 al 27 de abril es mayor que el de la última vez, principalmente de los aliados más cercanos de China como Pakistán y Rusia, pero también de Italia, Suiza y Austria.
China ha dicho en repetidas ocasiones que Belt and Road beneficia a todo el mundo y que se compromete a respetar las normas aceptadas a nivel mundial para garantizar que los proyectos sean transparentes y beneficiosos para todas las partes.
"Enfatizamos la importancia del estado de derecho y la igualdad de oportunidades para todos", se lee en el borrador.