Al menos 1.500 personas han estado potencialmente expuestas al mortal virus del Ébola en la región de Kivu Norte, donde la inseguridad por la violencia impide que la OMS se asegure la identificación de todas las cadenas por las cuales el virus se está propagando en la parte oriental del país africano.
La violencia de milicias en algunas zonas de la República Democrática del Congo impide que los trabajadores humanitarios lleguen hasta personas potencialmente infectadas en un brote de ébola que hasta ahora ha causado 44 muertes, dijo el viernes la Organización Mundial de la Salud.
Al menos 1.500 personas han estado potencialmente expuestas al mortal virus del Ébola en la región de Kivu Norte, donde la inseguridad por la violencia impide que la OMS se asegure la identificación de todas las cadenas por las cuales el virus se está propagando en la parte oriental del país africano.
"No sabemos si tenemos identificadas todas las cadenas de transmisión. Prevemos encontrar más casos como resultado de infecciones anteriores y de estas infecciones deviniendo en (casos de la) enfermedad", dijo el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, en una conferencia de prensa en Ginebra.
"El peor de los escenarios es que tenemos puntos ciegos de seguridad donde la epidemia podría afianzarse", agregó. Por exigencias de seguridad de la ONU, existen "zonas rojas" cerca del epicentro de Mangina en las que los trabajadores humanitarios no pueden ingresar. "La prioridad es la seguridad de todos los equipos de respuesta", explicó Jasarevic.
La OMS dijo, en base a estadísticas compiladas por el Ministerio de Salud congoleño, que había un total de 78 casos confirmados y probables, incluidas 44 muertes. Unas 1.500 personas han sido identificadas como contactos de personas infectadas con la enfermedad que causa fiebre, vómitos y diarrea.
El brote se extendió desde su epicentro en la provincia de Kivu Norte a la vecina Ituri. Congo ha sufrido 10 brotes del virus desde que se descubrió en 1976 en el río Ébola. Una epidemia entre 2013 y 2016 causó la muerte de más de 11.300 personas en África occidental.
La agencia de las Naciones Unidas para la infancia, UNICEF, dijo que una proporción inusualmente alta de las personas afectadas por este brote eran niños. Dos ya murieron a causa de la enfermedad y los centros en Beni y Mangina estaban tratando a seis niños infectados o bajo sospecha.
"El impacto de la enfermedad en los niños no se limita a aquellos que han sido infectados (...) Muchos se enfrentan a la enfermedad o la muerte de sus padres y seres queridos, mientras que algunos niños han perdido gran parte de sus familias y se han aislado. Estos niños necesitan urgentemente nuestro apoyo", dijo el representante de UNICEF en Congo, Gianfranco Rotigliano.
La OMS dijo que más de 500 personas, incluidos los trabajadores de la salud, han sido vacunadas contra la enfermedad y que ha desplegado a más de 100 expertos, incluidos epidemiólogos, en las ciudades de Beni y Mangina, para supervisar el rastreo, la vacunación y los entierros seguros.