Si se considera una base de comparación más amplia, el flujo neto del período representa un 25% de aumento en relación al promedio del quinquenio 2015-2019.
La inversión extranjera directa (IED) correspondiente al primer semestre de 2019 anotó una recuperación respecto a los dos años anteriores, al recibir un flujo neto de US$ 6.570 millones y un ingreso neto de US$ 1.679 solo en junio, según cifras presentadas hoy por el Banco Central. La cifra del período enero-junio significó un crecimiento de 110% en relación igual lapso de 2018, cuando el total de flujos acumulados llegó a US$ 3.131 millones.
Si se considera una base de comparación más amplia, el flujo neto de US$6.570 millones representa un 25% de aumento en relación al promedio del quinquenio 2015-2019 (US$ 5.251 millones). El importante incremento porcentual de 2019 se produce por la baja base de comparación del año anterior, producto de la volatilidad de los flujos de la deuda relacionada, que es uno de los componentes de la IED.
El director de InvestChile, Cristián Rodríguez Chiffelle, indicó que la cifra da cuenta del interés permanente de los inversionistas extranjeros en el país, pero acotó que “hay que tener claro que éste es un número para sentirse satisfechos pero no para celebrar, considerando el movimiento que tienen los capitales tanto de entrada como de salida”.
“Si bien es cierto el porcentaje de crecimiento tiene que ver también con la volatilidad que experimentaron los flujos de inversión durante 2018, es un buen apronte para lo que queda del año, especialmente si tomamos en cuenta que en esta primera mitad de 2019 ya tenemos flujos similares a los de la totalidad del año pasado”, sostuvo Rodríguez.
Respecto a la composición del IED en el primer semestre de este año, el ítem de participaciones en el capital alcanzó US$ 3.068 millones, similar a los US$ 3.084 millones que correspondieron a reinversión, mientras que la deuda llegó a US$418 millones.
Se observa que el comportamiento volátil de los flujos de la deuda relacionada condicionan de sobremanera los flujos totales de IED, mientras que el resto de los componentes están dentro de los rangos históricos desde que se tiene un registro homogéneo.