La naturaleza compleja de las tecnologías de edición genética requiere un proceso de toma de decisiones caso por caso, una revisión cuidadosa y sensata, según un estudio publicado en la revista Science.
Un grupo interdisciplinario dirigido por investigadores de Yale pidió una gobernanza global para la edición genética para asegurar una evaluación neutral e informada de sus potenciales beneficios y riesgos para el medio ambiente.
La naturaleza compleja de las tecnologías de edición genética requiere un proceso de toma de decisiones caso por caso, una revisión cuidadosa y sensata, según el estudio publicado en la revista Science.
Ahora parece que el gobierno de Burkina Faso utilizará mosquitos genéticamente modificados para erradicar la malaria. Algunos funcionarios de Massachusetts están considerando la edición genética como una herramienta para combatir la enfermedad de Lyme. Además, la tecnología es utilizada para adaptar los corales a las cambiantes condiciones marítimas del Caribe a la Gran Barrera de Arrecifes.
Pero hay preocupación por las potenciales consecuencias no deseadas de liberar organismos editados genéticamente en el medio ambiente y se sabe poco de sus potenciales efectos secundarios, como mutaciones no deseadas y una nueva resistencia evolutiva.
"Por ejemplo, en lugares como Burkina Faso esto es promovido como una solución milagrosa para liberarse de la malaria. Pero estas tecnologías también tienen el potencial de cambiar para siempre la composición genética de las especies, o incluso impulsar la extinción de ciertas especies", dijo Natalie Kofler, científica investigadora asociada de la Escuela de Estudios Forestales y Ambientales de Yale y autora principal del artículo. "La falta de gobernanza global pone en riesgo nuestro planeta".
Los autores propusieron crear un órgano global de coordinación con la facultad de convocar a comunidades, desarrolladores, organizaciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales para asegurar una deliberación cuidadosa e inclusiva de todas las propuestas.
El nuevo órgano ofrecería una supervisión neutral de la toma de decisiones e integraría diversos conocimientos y perspectivas, incluyendo las de participantes de comunidades locales afectadas, según ellos.
"Enfrentar este desafío va más allá de la inclusión de datos empíricos y científicos, también tiene que ver con sistemas de valores, ética y relaciones con la naturaleza, relaciones con la tecnología y las voces históricamente marginadas para tomar una decisión plenamente informada", dijo Kofler.
Los investigadores reconocieron que las estrategias de edición genética podrían mitigar amenazas de salud pública muy reales en partes de Africa.
"La carga de estas enfermedades contagiosas como la malaria o el virus del Zika es muy pesada de asumir para las comunidades", dijo James Collins, profesor de la Universidad Estatal de Arizona y coautor del artículo.
"Es una consideración que se tiene que tomar verdaderamente en cuenta mientras los individuos consideran si se deben desarrollar estas tecnologías y luego liberarlas al medio ambiente", dijo Collins.
Pero las personas deben "hacerlo de una forma cautelosa, sensata y transparente", dijo Collins.