Un legislador iraní dijo que si se emite una nueva resolución, "no estaremos comprometidos con la declaración de Teherán y el despacho de combustible fuera de Irán será cancelado".
Teherán. Irán podría cancelar su acuerdo con Turquía y Brasil para transferir parte de su uranio al extranjero si el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba una nueva ronda de sanciones en su contra, dijo el jueves un miembro del Parlamento iraní.
Un funcionario ruso confirmó que Irán tiene previsto realizar la apertura largamente retrasada del reactor nuclear construido por Rusia, un paso que probablemente avivará los temores de Occidente de que la República Islámica pueda convertirse en una potencia de armas nucleares.
Sergei Kiriyenko, jefe de la corporación estatal nuclear de Rusia Rosatom Corp, dijo a periodistas que el reactor en la planta Bushehr comenzará a operar en agosto.
Rusia es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, los cuales dieron su aprobación para enviar un borrador de una resolución con una nueva ronda de sanciones hacia Teherán, que Washington hizo circular esta semana en Naciones Unidas.
Irán podría echar por tierra el acuerdo para separarse de 1.200 kilos de su uranio de bajo enriquecimiento (LEU) si la resolución de sanciones es aprobada, dijo el legislador Mohammad Reza Bahonar, según fue citado por la agencia iraní de noticias Mehr.
"Si (Occidente) emite una nueva resolución contra Irán, no estaremos comprometidos con la declaración de Teherán y el despacho de combustible fuera de Irán será cancelado", declaró.
El borrador de la resolución pareció descartar como poco significativo y demasiado tardío el sorpresivo acuerdo mediado por Brasil y Turquía el día antes para que Irán envíe LEU, potencial combustible de una bomba nuclear, al exterior a cambio de combustible para un reactor médico en Teherán. El primer envío llegaría a Turquía dentro de un mes.
El acuerdo fue propuesto inicialmente en octubre como una forma, bajo la percepción occidental, de reducir las reservas iraníes de uranio bajamente enriquecido bajo el mínimo necesario para un arma nuclear, en caso de que fuese enriquecido a una alta pureza y ganar tiempo para mayores negociaciones.
Turquía y Brasil, ambos actuales miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, han exhortado a detener el llamado a más sanciones luego de lograr el acuerdo.
Sin embargo, críticos describieron el pacto como una táctica iraní para evitar o retrasar las medidas de la ONU contra Teherán.
Esto es debido a que la cantidad de uranio bajamente enriquecido que Irán enviaría -la misma cantidad negociada originalmente con la agencia nuclear de la ONU- aún permitiría que la república islámica se quede con suficiente material para una bomba, ya que desde octubre pudo producir más LEU.
Llamado ruso a Irán. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el jueves que Irán mostró su disposición a dialogar y que ahora otros países deben hacer lo mismo.
"Irán, que había sido vendido al mundo como el diablo (...), se sentó en la mesa de negociaciones. Quiero ver si los otros van a cumplir con aquello que querían que hiciera Irán", afirmó Lula durante un discurso ante alcaldes en Brasilia.
En un posible intento por hacer que Irán demuestre su seriedad sobre un pacto del que se retiró anteriormente, el canciller ruso Sergei Lavrov exhortó el jueves a Teherán a enviar los detalles a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA por su sigla en inglés).
Irán señaló que se pondrá en contacto con la IAEA para el 24 de mayo.
Las nuevas sanciones estarían dirigidas a bancos iraníes y contemplarían un llamado a la inspección de buques sospechosos de transportar carga relacionada con los programas nucleares o de misiles de Irán.
Lavrov fue citado por la agencia de noticias Interfax diciendo que esperaba un consenso en el Consejo de Seguridad sobre la cuarta resolución de sanciones contra Irán desde el 2006, que podría someterse a votación el próximo mes.
Diplomáticos occidentales no esperan que Brasil, Turquía o El Líbano apoyen la resolución y esperan unos 10 a 12 votos a favor en el cuerpo compuesto por 15 naciones, lo suficiente para aprobar la medida.
Irán ha desestimado el proyecto de resolución como carente de legitimidad y se niega a suspender el enriquecimiento de uranio. Teherán dice que refina uranio únicamente para plantas de energía nuclear civiles.
Potencias occidentales creen que Irán busca utilizar esa tecnología para el desarrollo de armas debido a que restringe las inspecciones nucleares de la ONU y ha obstaculizado una investigación sobre acusaciones de inteligencia que indican que estudió maneras para fabricar una ojiva nuclear.
"Los estadounidenses cumplirán su deseo de perjudicar a la nación iraní hasta llevarla a su tumba", dijo el presidente Mahmoud Ahmadinejad, citado por la agencia estatal de noticias IRNA mientras se dirigía el jueves a oficiales militares.