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Iván Vallejo: Conquistando cumbres
Martes, Abril 17, 2012 - 16:15

Iván Vallejo, reconocido internacionalmente como uno de los pocos hombres que ha conquistado las principales alturas del planeta, consecha hoy éxitos como emprendedor. En esta oportunidad comenta sobre su proyecto SINOX, la responsabilidad social de los emprendedores y de sus planes futuros.

El ecuatoriano Iván Vallejo tiene, a sus 52 años, muchas historias que contar sobre una vida rica en experiencias como montañista, estudiante y emprendedor. Actualmente se mantiene enfocado a varios proyectos futuros que involucran tanto a otros atletas, como a otros emprendedores. Su marca de ropas SINOX, el proyecto de montañismo Somos Ecuador y la red social cualestucumbre.com son sus plataformas más importantes. 

AméricaEconomía quiso preguntarle sobre cómo ha hecho para armonizar tantas actividades y aún encontrar tiempo y energías para ayudar a otros.

¿Cómo surgió el proyecto SINOX?

La idea la concebí en el año 2005. Por entonces pasaron varios días seguidos de mal clima en un campamento base de una montaña del Himalaya, cuando lo único que queda es conversar con compañeros de expedición. Una de ellos era Edurne Pasabán, montañista vasca muy reconocida, y le hice el comentario sobre una pulsera que había comprado lanzada al mercado por Lance Armstrong, el ciclista estadounidense que venció el cáncer y continuó su carrera deportiva. Ahí se me ocurrió que una vez hubiera terminado con el proyecto de subir las 14 cumbres de más de 8 mil metros, me gustaría lanzar algún producto con un concepto similar al de Armstrong, cuya fortaleza es el mensaje más que el objeto en sí mismo. Edurne pensaba en equipos de montaña, pero yo tuve clarísimo que sería algo de ropa.

La idea estuvo dormida por largo tiempo, porque sabía que para emprenderla, necesitaba encontrar la persona ideal con la cual asociarme. Hasta que conocí a Fernando Moncayo, destacado emprendedor ecuatoriano que ya ha logrado renombre internacional, y nos hicimos amigos.

Fernando ya sabía de mi idea cuando estuvo en EE.UU. de viaje, allí estaba con su familia en un parque, y vio unas chaquetas con el logotipo del Everest y un slogan que proclamaba "miembro del equipo". Fernando conectó ese mensaje con mi idea, y pensó que unas ropas nuestras tendrían el valor agregado de ser originales de alguien que sí había escalado todas esas montañas y otras más, no como aquella chaqueta que tenía delante que había sido confeccionada sin tener ninguna relación directa con las cumbres del Himalaya.

Ahí él encontró la inspiración para construir un proyecto con el concepto de las montañas, y trajo esa chaqueta de vuelta a Ecuador. Luego en una comida que tuvimos juntos, me la mostró y yo no necesité más explicaciones. Automáticamente entendí que él quería también ser parte de ese proyecto de ropa con un concepto de escalar montañas.

El tercer momento que define el nacimiento de SINOX fue cuando en un restaurant yo escribí "que Dios bendiga nuestro proyecto, un abrazo para ti, Fernando". Estampé mi firma que siempre lleva debajo una montaña como dibujo y la palabra SINOX, que significa "sin oxígeno". Y Fernando propuso que ese fuera el nombre, SINOX.

¿Cómo ha avanzado hasta ahora?

Estamos dando los primeros pasos, pero nos sentimos contentos con los resultados hasta el momento. Por supuesto, los inicios conllevan esfuerzos, pero estamos satisfechos en cuanto a dos puntos fundamentales.

Primero, el concepto que buscamos es que cada prenda tenga su propia identificación, su propio ADN. Y a partir de los mensajes que recibo por las redes sociales o con la gente que me encuentro directamente, veo que se está logrando. La gente está vistiendo las prendas en su gran mayoría porque se identifican con su historia, con un sueño u objetivo que esta representa. Incluso gente que a veces ha fallado en proyectos pero ha vuelto a empezar. Eso es algo fundamental para nosotros.

Lo segundo es que además es un proyecto de negocios y por tanto necesitamos tener ventas, y las estamos teniendo. Hemos llegado muy bien al público ecuatoriano.

¿Cómo se han gestionado las ventas para esta primera etapa? ¿Tienen locales propios, o se apoyan en otras formas de distribución? ¿Se pueden realizar compras virtuales?

En esta primera parte es prácticamente imposible tener un local propio. Por tanto, la venta se realiza a través de canales de distribución. Hasta ahora, en Ecuador nos hemos apoyado fundamentalmente en las tiendas de Megamaxi, la cadena de supermercados más grande del país, y una tienda especializada en deporte llamada Maraton Explorer.

Pero apuntamos a implementar más adelante mecanismos para las ventas virtuales. Aunque también estamos ahora mismo tratando de ampliar la distribución a otros tres puntos de venta. Nos importa que los puntos de distribución estén alineados con la filosofía de nuestro producto.

¿Cómo combina su rol en SINOX con sus otras actividades como conferencista, emprendedor, atleta, y además su participación en redes sociales?

Es que todos parten del mismo origen, mi amor por escalar montañas. Tengo 52 años y empecé como montañista a los 12, por lo tanto, llevo 40 años en esta actividad, en Ecuador y en el mundo. Y eso sólo se explica porque es pasión.

A partir de esa pasión mía han salido estos proyectos, los cuales son complementarios y por eso se compaginan bien para mí. Por supuesto, impone mucho trabajo, pero lo hago con muchísimo gusto.

En las universidades doy conferencias para contar sobre la necesidad de tener un proyecto, que las cosas no se logran de la noche a la mañana, que es necesario mucho esfuerzo y mucha disciplina.

En el sitio web de cualestucumbre.com pedimos que la gente comparta sus sueños, proyectos, planes de crecimiento futuro de todos los tipos, ya sea de estudio, trabajo, negocios o salud.

Con Somos Ecuador, soy parte de un grupo de montañistas ecuatorianos muy talentosos que queremos llevar la bandera del país a las montañas más altas del mundo.

Y todo esto se vincula con el mensaje que promovemos en SINOX. Todo se sostiene sobre un hilo conductor.

¿Qué es cualestucumbre.com, una plataforma de comunicación entre usted y el público ecuatoriano, o un canal para encontrar ideas de emprendimiento que puedan ser apoyadas por usted y Fernando Moncayo?

Ambas. Es tanto una plataforma para compartir ideas y buscar frases de apoyo o aliento, como un modo de abrir la comunicación para quien quiera comprometerse en un emprendimiento y necesite asesoría, o apoyo de otro tipo.

El mensaje que proyecta esta plataforma es que finalmente todos los que tenemos sueños y objetivos somos montañistas, o dicho de otra forma, expedicionarios urbanos. En ese sitio se trata de que la gente nos comparta sus sueños, como un chico de tercero de la universidad que quiere lograr su título y una maestría, o una madre soltera que quiere destacar en su trabajo mientras cría a su hijo.

Esos son equivalentes a cimas o metas que nos ponemos los seres humanos. Pero si para alguno de esos proyectos nosotros podemos servir de ayuda o apoyo, también estamos dispuestos a hacerlo.

Usted ha comentado que comenzó con las mismas ventajas y desventajas de cualquier ecuatoriano. ¿Cuáles son estas? 

Cuando comencé con mi proyecto de subir el Everest en 1996, no existía en Ecuador la cultura de apoyar a un montañista. Por eso los primeros cuatro años para mí fueron muy duros, críticos incluso y de mucho sufrimiento económico. Necesité comprometerme con muchos préstamos para irme a las montañas, siempre con el agua de las deudas casi por encima del cuello, con la presión de preguntarme si valía o no la pena continuar con tanto sacrificio. Esa primera parte concluyó con la escalada del Everest, y en seguida me propuse escalar las 14 montañas en el mundo que superan los ocho mil metros de altitud (las 14 ocho miles).

Lo importante es que tenía la ilusión de mi objetivo, pero no lo logré sin dificultades. He tenido que luchar mucho en todo este proceso.

Pero también he tenido ventajas. Por ejemplo, vivir acá en Quito significa ya estar a 2800 metros de altitud. Como vivo cerca de las montañas, he podido aprovechar esa ventajas para entrenar en las alturas con mucha frecuencia.

Entonces, tener ventajas y dificultades puede ocurrir en cualquier sitio del planeta. Pero es necesario ponerle mucho ánimo, con la esperanza de encontrar el camino para resolver las complicaciones.

Y siempre lo que me ha movido y mueve es justo disfrutar las montañas. Es lo que me hace seguir por ejemplo con proyecto Somos Ecuador.

En su camino, usted ha integrado varios roles. Es graduado de Ingeniería Química, ahora emprendedor y siempre atleta. Su posición es privilegiada para comentar sobre la importancia de la educación en el emprendimiento.

El valor de la educación es importantísimo, en el emprendimiento que corresponda. Detrás de un emprendimiento hay una acción y un proceso académico. En mi caso, aunque muchos puedan ver SINOX como un proyecto deportivo, sin dudas ha tenido que ser planificado y gestionado. Transité todo un proceso para llegar a este punto y mis argumentos fueron los que estudié en mi carrera de ingeniería. Eso para mí ha representado un aporte fundamental. La forma cómo planifico, cómo presento los proyectos, eso lo aprendí en la universidad. Para mí, la formación es tremendamente necesaria.

Puede tratarse en determinados casos que ciertas personas ya tengan una habilidad previa para involucrarse con una actividad específica, lo cual está muy bien en primera instancia. Pero luego de la habilidad innata, se necesita una preparación para llegar a la excelencia.

Con SINOX, el otro soporte es el conocimiento de Fernando Moncayo. Este proyecto funciona por los dos, Fernando Moncayo e Iván Vallejo. De mi cuenta corre el logro deportivo, la creación del concepto, pero sólo ha sido posible llevarlo a la práctica por el conocimiento académico estupendo de parte de Fernando. Él sabe cómo se vende, dónde, el tema de los precios, la manera de promocionar. Estamos fusionando dos conocimientos.

Entonces, el conocimiento es absolutamente necesario, si uno quiere buenos resultados en excelencia.

Usted apunta que los emprendedores están llamados también a generar justicia social y a desarrollar el potencial humano, ¿podría comentar cómo contribuye usted en este sentido?

Por ejemplo, me localizó un chico por la página web para preguntarme qué montaña me había costado más sacrificio. Le expliqué que había sido la tercera montaña más alta del mundo, la Kangchenjunga, de 8.586 metros. La logré en el quinto intento. En el cuarto me había dado por vencido, pero por cosas de la vida algo hizo que fuera por el quinto y último intento, y entonces lo logré.

Pues él fue a comprar una chaqueta de la marca Kangchenjunga y en la noche me envió la foto con la chaqueta puesta. Este chico estaba en su proceso de graduarse de la universidad y parece que se complicaba con su tesis. Entonces compró la chaqueta para recordar que hay cosas que conllevan mucho esfuerzo, pero al lograrse dejan mayor satisfacción.

Si tener esa chaqueta fue un aporte para ese muchacho, para no darse por vencido en su carrera universitaria, entonces me doy por bien servido, y creo haber logrado mi propósito.

Pero también, de manera más general, estamos presentando a cada tres meses un proyecto a la comunidad que se llama Latidos. Es una reunión a la cual invitamos abiertamente a todo el público, donde intervienen tres historias de emprendedores, dos de ellos escogidos a través de las redes sociales por sus logros, y además participo yo.

En esta reunión compartimos cuál ha sido nuestra dinámica, nuestro proceso para poder alcanzar nuestros objetivos. Muchas de las personas que asisten creo que les hemos aportado contándoles nuestras historias. Seguramente si alguien con un proyecto de emprendimiento tiene dudas, ese es el momento cuando nosotros le alentamos a seguir adelante.

Mucha gente también se pone en contacto directo conmigo o Fernando para pedir asesoría sobre cómo encaminar su proyecto.

¿Por qué una marca asociada con la idea del progreso y el emprendimiento urbano, exclusivamente promueve ropas de hombre? ¿Por qué no están incluidas las mujeres, si usted mismo reconoce el talento de las mujeres?

Sólo hemos iniciado con ropa para hombre por un tema de elaboración, porque era más cómodo arrancar con prendas masculinas. Pero para fines de este año, lanzaremos las prendas de mujeres.

Obviamente existen ejemplos de mujeres sin oxígeno. Hay sin dudas emprendedoras extraordinarias y en consecuencia, las prendas SINOX serán también para ellas.

Autores

Jennifer P. Roig