El ministro de Economía Yasutoshi Nishimura dijo que Japón debería centrarse principalmente en sostener a las empresas, sugiriendo que el banco central debería evitar llevar los tipos de interés hacia territorio todavía más negativo.
La economía de Japón se preparaba para su peor caída desde la posguerra -incluso a pesar de que el PIB del primer trimestre se contrajo menos de lo previsto inicialmente-, ya que la crisis de la COVID-19 ha frenado el crecimiento mundial y ha aumentado la presión para que Tokio amortigüe el golpe de la pandemia en empresas y consumidores.
Los bancos están poniendo su granito de arena mientras los préstamos aumentaron en mayo al ritmo anual más rápido desde que hay registros, en una señal de que las empresas estaban recurriendo al crédito para satisfacer sus necesidades de financiación inmediatas y sobrevivir a la caída de las ventas causada por la pandemia.
Mientras que los autoridades de Estados Unidos y Europa han pasado de la respuesta a la crisis a los esfuerzos por apuntalar el crecimiento, a Japón le está costando esto último porque sigue centrándose en la prevención de una segunda ola de infecciones.
El ministro de Economía Yasutoshi Nishimura dijo que Japón debería centrarse principalmente en sostener a las empresas, sugiriendo que el banco central debería evitar llevar los tipos de interés hacia territorio todavía más negativo.
“Aún no estamos en una etapa en la que queramos estimular el consumo y animar a la gente a viajar mucho. Los esfuerzos para estimular el consumo deberían esperar un poco más”, dijo cuando se le preguntó si el Banco de Japón debería tomar medidas para impulsar la demanda, como la profundización de los tipos de interés negativos.
La tercera economía más grande del mundo se contrajo un 2,2% anualizado en el trimestre enero-marzo, según los datos revisados mostrados el lunes, una caída inferior a la del 3,4% del dato preliminar, ya que los gastos de capital se comportaron mejor de lo esperado. Los analistas habían pronosticado una contracción del 2,1%.
Sin embargo, pocos analistas se mostraron esperanzados sobre las perspectivas para el año, ya que los datos sobre inversiones utilizados para calcular las cifras revisadas carecían de suficientes respuestas -la mayoría de las empresas en dificultades parecen no haber participado en la encuesta- y se actualizarán en julio.
En general, la estimación revisada del producto interior bruto (PIB) del lunes confirmó que Japón había entrado en recesión -definida como dos trimestres consecutivos de contracción económica- por primera vez en cuatro años y medio, incluso antes de que se pusieran en marcha medidas de confinamiento para contener el virus en abril.
“La revisión al alza del PIB del primer trimestre que se muestra en la estimación revisada sirve de poco consuelo dado que la producción está cayendo en picado este trimestre”, dijo Tom Learmouth, economista de Capital Economics.