El profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, abordó en la última edición del Congreso Iberoamericano Escuela+ cómo hoy se debe educar en la cultura del espectáculo.
Y claro está es que vivimos en una sociedad donde la infoxicación o la inundación de la información se ha transformado en un problema, a tal punto, que lo realmente valioso, "es ganarse la atención de tu información", afirma Joan Ferrés.
El doctor en Ciencias de la Información y profesor de Enseñanza Secundaria y de Estudios de Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, estuvo presente en la tercera edición del Congreso Iberoamericano Escuela+ de DirecTV, que se llevó en Medellín, Colombia.
En dicha instancia, abarcó los retos del comunicador y cómo captar la atención de los niños que crecen en el mundo del espectáculo en un contexto cambiante.
- ¿Cómo ser efectivos hoy en la enseñanza y de qué manera es posible captar la atención en un mundo del espectáculo?
En un mundo de infoxicación y saturación total de información, creo que la información no es que haya dejado de tener peso, pero al menos ha obligado a que cobre tanto o más peso el tema de la atención. Disponemos de tanta información que evidentemente, en 10 vidas no podríamos acceder a toda ella. Entonces, cómo conseguimos que presten atención a nuestra información, tanto de padres, maestros, comunicadores, profesionales, etc. El gran reto evidentemente es ese, ganarse la atención. Una de las ventajas que tenemos hoy es que a través de la neurociencia por primera vez podemos conocer científicamente cómo funciona el cerebro humano, entonces, más posibilidades de conseguir ser eficaces en la comunicación dentro de la dificultad.
- En ese sentido, desde la rama de la neurociencia, ¿qué papel cumplen las emociones para abrir los poros del cerebro y poder entroducir información útil?
Uno de los grandes descubrimientos de la neurociencia es que lo único que mueve son las emociones, desde las ideas, los valores, los principios, solo mueven si uno está apasionado o seducido por ellos. Lo que nos distingue a los seres humanos, no es que unos se mueven por la emoción y la razón, sino por el tipo de emoción que nos mueve. Entonces, si se sabe eso que es fundamental, evidentemente que es clave conseguir que los muevan las emociones más adecuadas.
Otro gran criterio para ser eficaces es que antes habíamos asumido con Vigotsky que el conocimiento es muy importante, y sigue siéndolo, y que sólo podíamos adquirir y construir conocimiento a partir de los previos. Ahora, con los neurocientíficos sabemos que la emoción es muy importante también y que podemos construirla a través de las emociones previas. Por tanto, el gran reto de todo comunicador, sea quien sea, es sintonizar con las emociones, con los deseos del interlocutor y ser capaz de gestionarlo de manera que lo lleves más allá de esas emociones.
- La realidad es que muchos temen insertar tecnologías en las aulas, ¿cómo se puede conectar las emociones con una sala de clases que mantiene herramientas digitales y cómo lograr un mezcla saludable?
Hay educadores y educadoras, y teóricos, que defienden la teoría del compensar, es decir, los chicos ya están muy saturados de sensorialidad, de emotividad fuera del aula, entonces lo que hace falta es compensar esos excesos y decir, no, en el aula evitemos sensorialidad, evitemos exceso de emotividad, y compensemos con razón, con abstracción. Eso choca con lo que dijimos antes, y es que si nos movemos por el deseo y los chicos desean sensorialidad, lo que hay que hacer es sintonizar con eso y gestionarlo de tal manera que los lleve más allá. A partir de los sensorial por ejemplo, vayan encontrando gusto por lo abstracto, que a partir de lo emocional, vayan encontrando gusto por lo reflexivo-racional. Creo que no es un tema de compensar, sino de sintonizar para superar.
- O sea, hacer lo que a ellos también les gusta y utilizarlo en el proceso...
Yo entiendo que básicamente es partir de lo que les gusta, porque nos mueve nuestro deseo, entonces hay que partir de lo que deseamos pero la diferencia es que no es para dejarlo ahí o embrutecerlo cada día más. Paradójicamente, tan moderno como la tecnología es el descubrimiento sobre las mentes que interaccionan con esa tecnología, todo eso tan moderno conecta con lo que defendía Aristóteles en su tiempo, que la educación debe ser sobre todo, educación del deseo. El deseo es conseguir que lo que es deseable acabe siendo deseado, es decir, que partiendo de ese deseo consigo, al igual que lo cognitivo que pasan de las ecuaciones de primer grado al segundo, en lo emocional pasen de los deseos muy primarios a cada vez más enriquecidos, sólidos, constructivos.
- Y en un contexto, en que los jóvenes hoy no ponen atención más de unos minutos, ¿cómo lograrlo utilizando estas herramientas tecnológicas?
Recuerdo la frase: “no se puede educar en la cultura del sapping”. Yo no estoy de acuerdo, o sea, no es el sapping o el slogan un sistema para adormecer conciencias. Hay que cambiar el sistema. A veces te dicen, como profesor o profesora de matemáticas no puedo conseguir que asimilen unos contenidos diciendo que estamos en la época del sapping, entonces les hacen un problema y listo. Para que lo asimilen tienen que hacer 10, uno escrito, otro en la pizarra, otro en grupo, es decir, estas cambiando la estructura y provocando una dinámica adecuándote al ritmo en el que están los alumnos y en el que son capaces. Creo que hay que encontrar ese tipo de fórmulas.
- Cuál es la clave para lograr un mensaje efectivo en lo que concierne a la educación por parte de los docentes a los estudiantes?
El mensaje potente es el que ayuda a que llegue al puerto que tu te has planteado. Para llegar a ese puerto, los únicos mecanismos son: primero, conectar con el tipo de viento que sopla. Entonces, a nivel de cerebro humano, el único viento que sirve es el emocional por lo que uno debe plantearse cómo sopla y si estoy siendo capaz de gestionarlo si sopla en dirección contraria. Para mí es la doble habilidad, el publicitario que logra sintonizar pero que si el destinatario recuerda el anuncio pero no recuerda qué anunciaba, evidentemente es un mensaje fracasado porque no llega a puerto. Sintoniza, gusta pero no llega a su destino. La idea es movilizar, conseguir movilizar las emociones, utilizando mecanismos que ayudan a eso, y luego, gestionándolo de tal manera que llegue a puerto. Para mí como teoría, creo que es lon que debería funcionar.