El Médico cirujano del hospital Guillermo Almenara de Perú, afirma que sin ese sentimiento es difícil servir a los enfermos
José Manuel Palacios León es médico cirujano de tórax y cardiovascular del hospital Guillermo Almenara, de Essalud. Lideró recientemente un equipo de profesionales de salud que realizó el primer trasplante bipulmonar en el país. La intervención duró 14 horas y fue considerada por los expertos una proeza médica de talla mundial.
A su hermano lo operaron de apendicitis, y fue testigo del llanto que esta dolencia le ocasionó. José Manuel tenía 10 años cuando lo vio y juró ser médico para operar y evitar el sufrimiento de la gente. Así ocurrió. Decidió ser cirujano desde la escuela secundaria, y encontró en el trasplante de hígado y corazón su manera de salvar vidas.
Actualmente, es jefe del Programa de Trasplante Pulmonar de hospital Guillermo Almenara, de Essalud. Tiene 41 años, y, al lado de un equipo de especialistas, trata todo tipo de afecciones pulmonares que necesitan de una cirugía para ser controladas, y revertir el estado de riesgo del paciente.
“Atendemos a todo tipo de personas, adultos y niños, aunque la mayoría es mayor de edad. La cirugía más frecuente que realizamos al pulmón es para curarlo de las heridas y cavidades que deja la tuberculosis en los pacientes muy afectados por esta enfermedad”.
El quiste hidatídico es otro problema de salud común que requiere de cirugía, cuenta este huamanguino. Dice que es ocasionado por un parásito que está presente en las zonas ganaderas de Cusco, Huánuco, Huancayo y Matucana.
La primera vez
Llevaba el curso de tórax cuando vio por primera vez un pulmón. Ese día descubrió que ambos órganos ocupan el 90% de la caja torácica, y que el resto del espacio lo comparten el corazón, hígado, riñón y estómago.
Su capacidad de observación se centró, desde entonces, en esta máquina de aspirar e exhalar el aire fresco, de limpiarlo si está viciado, para que cada uno de nosotros continúe en su afán de vivir su vida y hacer realidad sus sueños.
A través del pulmón este médico ayacuchano sabe de dónde es el paciente. Al abrir el tórax, mediante un corte de derecha a izquierda, por debajo de la mama, puede ver los pulmones. Si son rosados, quiere decir que es de la sierra.
“Si tienen puntos negros, quiere decir que vive en Lima por la alta contaminación ambiental o que es fumador crónico que, en ese caso, además, el pulmón se le hincha”, cuenta.
Salvar vidas
Gracias a estudios y mucha capacitación, pero sobre todo a constancia y perseverancia se preparó para ser cirujano. Tiene habilidades en sus manos, dice que siempre las tuvo. Cortar telas y coser fueron sus pasatiempos preferidos de niño.
“Tal vez por eso asocié el salvar vidas con operar”, afirma. Pero Pepe, como le dicen con cariño sus familiares, es huamanguino y el arte lo lleva en su ADN. Por eso sus manos son sus herramientas de trabajo. Hoy, reconoce que al hospital Guillermo Almenara llega todo tipo de pacientes, de distinto origen, diversas enfermedades y condiciones sociales. Allí, aprende a ser mejor persona y servirlos con amor.
“Amo mi profesión y servir a los demás. El sentimiento de caridad en este trabajo es importante, pues es la única forma de entender a los pacientes y de servirlos”, dice el cirujano peruano.