El Managing Director en Axialent Consulting Worldwide se presentó en el reciente VII Foro Multilatinas 2017. A continuación, entrega a las empresas su receta para una óptima transformación digital.
José Suárez Arias-Cachero, Managing Director en Axialent Consulting Worldwide, se presentó en el VII Foro Multilatinas 2017, celebrado en Lima, Perú, donde se reflexionó sobre sobre los puntos débiles del modelo actual de liberalismo y globalización y lo que es necesario para reinventarlo y fortalecerlo.
Bajo el título “El desafío del cambio en la era de la disrupción digital y la crisis continua”, Suárez se refirió a cómo las empresas están enfrenyando este nuevo escenario y por qué es importante que se adapten a los nuevos modelos de negocios.
En la instancia, Súarez aportó datos del Índice de Preparación al Cambio, elaborado por KMPG, y donde se mide la capacidad de adaptación al cambio de las compañías de difentes países del mundo. Chile y Uruguay están entre los 30 primeros.
Para saber más sobre este tema entrevistamos a José Suárez Arias-Cachero.
-¿Cómo está afectando a las empresas la transformación digital?
Existe la creencia de que estamos en una época de disrupción sin precedentes, pero yo creo que no es así. Pienso que desde el comienzo de la revolución industrial hemos vivido en continua disrupción, con fenómenos previos a la disrupción digital, que han tenido un mayor impacto en la vida de las empresas y personas.
La diferencia que tenemos es que la de ahora está mucho más acelerada, los tiempos se han acortado y la capacidad de reacción frente a los cambios también, con un menor tiempo de respuesta.
Frente a esto es donde curiosamente veo un mayor nivel de consciencia de parte de los directivos empresariales, específicamente en los de América Latina.
En un reciente Índice de Preparación al Cambio, en el listado de los 30 primeros sólo encontramos a Chile (24) y Uruguay (29). Mientras que países con grandes economías de la zona, como Brasil o México, están por debajo del puesto 70 de la lista. Esto nos permite saber cómo las empresas latinoamericanas están enfrentando el desafío de la transformación digital. Por un lado dicen que son tolerantes, pero por otro lado no son conscientes del impacto que les puede ocasionar esta transformación.
-En este caso, ¿cuál sería el diagnóstico del actuar de las empresas latinoamericanas?
No están creyendo en el tsunami que está viniendo. Les han dicho que se viene, pero aún no se lo acaban de creer ni toman medidas al respecto.
-Varios Millennials tienen temor respecto de la automatización, y en general en la región no muchas empresas estan enfrentando este cambio. ¿Qué piensa al respecto?
Hay muchas miradas sobre el tema. Hay quienes lo miran desde una perspectiva de inversión y tecnología de procesos, como que la digitalización consiste en adaptar a los canales digitales.
Se está valorando que la transformación digital no es sólo una cuestión tecnológica, ni siquiera es un problema de inversión económica, porque hoy no es obstáculo adaptarse tecnológicamente. Para nosotros, el mayor desafío es que la mentalidad de los futuros profesionales, porque la disrupción tecnológica va más rápida que la capacidad de adaptación del ser humano a las posibilidades que les juega la tecnología.
Los gerentes de América Latina a la hora de establecer los planes para que sus empresas se suban al proceso de digitalización ponen el foco en la ecuación tecnológica, pero se olvidan que para que la tecnología funcione adecuadamente las personas de las nuevas compañías deben ser también apoyadas en un proceso de adaptación.
-¿Quién debería liderar la transformación digital en una empresa?
Creo que una de las cuestiones fundamentales es que quien lidera la compañía debe liderar el cambio.
Sería una sana combinación a nivel de liderazgo si el CEO de la compañía aterriza y lleva los cambios a todas aquellas personas que dentro de la institución se puedan sumar en el proceso de cambio.
Muchas veces uno de los problemas que encontramos en el proceso de digitalización es la jerarquización, que es un freno evidente para la innovación. Encontramos hasta el día hoy empresas todavía muy jerarquizadas, empresas en Latinoamérica.
El otro obstáculo es la cultura de silos, que está relacionado a como se distribuye el poder en las organizaciones.
-¿Cuál sería el camino para adaptarse a esta transformación digital?
Hay que ser conscientes, estar muy abiertos, explorar a las oportunidades que nos ofrece la disrupción y no verlo como una amenaza. No hay que verlo con miedo. No hay que hacer cambios tan dramáticos para adaptarse a las nuevas tecnologías.
-¿Qué tan importante es informar a los trabajadores sobre esta transformación digital, así como capacitarlos?
Es crucial, porque actualmente las nuevas tecnologías hacen que sea mucho más difícil ocultar información. Por eso es fundamental ser transparentes y proactivos. Esto importante para que las personas tengan confianza en el proyecto. Y por otro lado, se debe tener un propósito, lo que permite que las personas den lo mejor de sí mismos.
Y si uno presta atención, todas estas cosas que son críticas no tienen que ver con la tecnología, sino que con la mentalidad y las personas, porque las empresas la hacen las personas.