La colombiana Juana Perdomo no desea acordarse de cuando sus dos hijos adolescentes tuvieron su primer vehículo y comenzaron a moverse solos por la ciudad de Miami. Ella sola mantenía su hogar y en aquel entonces fue muy difícil costearles el seguro del carro, la gasolina y otros arreglos.

 

“Los primeros carritos de mis hijos los compré de uso y anduvieron con ellos escachados hasta que ellos se compraron otros mejores. Todo el mundo cuando empieza a manejar choca en los parqueos, le da un rayonazo o puede tener un accidente”, dijo a Diario Las Américas.

 

Solo en agosto de este año, más de 360.000 adolescentes serán elegibles para obtener una licencia de conducir restringida en la mayoría de los estados - y con ello una gran cantidad de padres sufrirán nuevos niveles de estrés.

 

De acuerdo con una encuesta recientemente realizada por Nielsen, los padres de adolescentes se preocupan más por sus hijos conduciendo (55%), que por cualquier otra área de estrés para los padres, incluyendo las drogas y el alcohol (52%), la actividad sexual (49%) y el desempeño académico (53%) de estos.

 

 

Los accidentes en carretera son la primera causa de muerte entre los adolescentes estadounidenses, aunque el índice de siniestralidad ha disminuido en los últimos 20 años, según un estudio divulgado en 2015 por la Asociación de Automovilistas de EEUU (AAA).

 

De acuerdo con esta investigación, las distracciones al volante continúan siendo la primera causa de muerte, con 6 de cada 10 casos, y los motivos más comunes son la interacción con otros pasajeros (15%), el uso de teléfonos móviles (12%), los descuidos por mirar algún objeto dentro del vehículo (10%) o fuera (9%) y la distracción con la música del auto (8%).

 

 

El estudio realizado mediante análisis de video por la Fundación para la Seguridad del Tráfico de la AAA, con sede en Tampa (Florida), mostró que el porcentaje de accidentes de adolescentes por distracción en carretera (58 %) es "cuatro veces superior" a la media del resto de la población.

 

“Es por ese motivo que los seguros de auto de un adolescente le son tan costosos a los padres aunque tengan el mejor historial de manejo de la historia”, explicó el venezolano Rolando Vallejo, agente licenciado por la Florida quien trabaja en Star Insurance.

 

“Las aseguradoras saben que solo es cuestión de tiempo que venga algún reclamo de accidente de parte de esa familia con el adolescente al timón. Estadísticamente está demostrado que los choferes primerizos tienen altas probabilidades de estar involucrados en algún tipo de accidente”, concluyó.

 

 

Según el sicólogo cubano Héctor Manuel Rodríguez, la preocupación de los padres con los adolescentes al timón “está bien justificada por la baja percepción de riesgo que tienen los adolescentes. Los niveles de adrenalina son muy altos y generalmente los jóvenes necesitan reforzar su ego”, insistió el experto.

 

Para Rodríguez otro factor que explica la alta incidencia de accidentes entre los jóvenes es que “son una generación tecnológica, que todo el tiempo quiere estar al pendiente de sus teléfonos inteligentes y estar conectados entre sí”.

 

Sheila Stuart, mesera en Miami Beach, reconoce que su primer accidente fue debido a que estaba chateando con su amiga. “El carro fue pérdida total”, dijo, pero siempre su familia tuvo que ayudarla a comprarse un transportation, forma popular de nombrar a los carros de uso.

 

“El día que me toque tener mis hijos tomaré precauciones especiales para que no me suceda lo que a mí porque pude haber perdido la vida”, reflexionó.

 

 

 

Varias empresas tecnológicas intentan predominar en el mercado de la seguridad motor y una de las áreas más atractivas es la que monitorea a los jóvenes detrás del volante.

 

Por ejemplo, la Chevy estrenó su Teen Driver, un servicio no basado en suscripción que permanece en el vehículo de manera permanente y está disponible en los modelos 2017 del Chevrolet Bolt EV, Camaro, Colorado, Cruze, Malibu, Silverado, Silverado HD, Suburban, Tahoe y Volt. Para utilizar la tecnología de seguridad, un padre debe registrar el llavero de control remoto de su adolescente con la configuración del sistema en el vehículo.

 

De esta manera los padres pueden tener acceso a advertencias de exceso de velocidad emitidas, eventos de control de estabilidad, activaciones de control de tracción, eventos de máxima aceleración, alertas de colisión frontal así como alertas de conducción muy cercana a otro vehículo, si está equipado.

 

 

La influencia de los padres en los hijos adolescentes que manejen es de vital importancia para evitar pérdidas humanas y materiales de todo tipo. Los padres pueden regular el tiempo de salida de sus hijos, por ejemplo, que solo conduzcan durante el día y en rutas no muy transitadas. Tampoco es recomendable que realicen viajes largos.

 

Ivette Rojas, residente en la ciudad desde hace más de una década, acordó con su hijo adolescente que el fin de semana en la noche el carro se quedaba en casa y que para ir a fiestar podía utilizar Uber o Lyft o cualquier otro servicio de alquiler de autos.

Adriel Reyes/ Diario Las Américas