El proyecto, que impulsa el turismo en Cancún, tardó un año desde la conceptualización de la historia y la producción del escenario, hasta los ensayos con 24 actores y bailarines de quince países.
La música y el baile, los animales y las plantas, los colores y los sabores, el pasado prehispánico y la modernidad que integran la cultura mexicana se traducen en fantasía y creatividad circense en un espectáculo que invita a revalorar la identidad nacional.
Se trata del espectáculo "Joya", del Cirque du Soleil, producido ex profeso para la Riviera Maya, donde se presenta a partir del ocho de noviembre de manera permanente. Es un relato visual de 70 minutos sobre la riqueza cultural del país. En él se conjuga la imaginación de circo canadiense con la historia, la cultura, la naturaleza y los personajes de México.
El teatro de la Riviera Maya, para 600 personas, se transformará en una suerte de cabaña donde un hombre viejo heredará sus conocimientos a su nieta de 15 años, momentos en que aparecen referencias a Frida Kahlo, a la Universidad Nacional Autónoma de México, al Museo de Antropología e Historia, a la música y la comida tradicional.
El proyecto es una colaboración entre el Cirque du Soleil y Grupo Vidanta, compañía de espectáculos, que busca impulsar el turismo en Cancún; el montaje tardó un año desde la conceptualización de la historia y la producción del escenario hasta los ensayos con 24 actores y bailarines de 15 países diferentes como México, Estados Unidos y Canadá.
El título del espectáculo refiere a la fusión de sabiduría y belleza en un mismo objeto: “A través de la actuación, la nieta del alquimista descubrirá la alegría y la sabiduría al compartir una experiencia extraordinaria en un lugar inesperado. Hacen un viaje en el que descubren un tesoro escondido en el manglar, que pasa a las generaciones futuras”, describe Richard Dagenais, director creativo de Cirque du Soleil.
“Nos interesa incorporar marionetas en nuestro espectáculo y Amaranta Leyva se acercó a nosotros para proponernos una colaboración. No es la primera vez que trabajamos con marionetas, pero nos parece interesante este trabajo con marionetas gigantes”, dijo acerca del proyecto aún en proceso.
Con la dirección escénica de Martín Genest, no hay vestuarios ni paisajes exóticos para dejar que la utilería la cultura mexicana sea la protagonista. El director aclara que no es un espectáculo acerca de México únicamente, sino una historia acerca de dos personajes que se influyen uno en el otro.
“Nos interesa incorporar marionetas en nuestro espectáculo y Amaranta Leyva se acercó a nosotros para proponernos una colaboración. No es la primera vez que trabajamos con marionetas, pero nos parece interesante este trabajo con marionetas gigantes”, dijo acerca del proyecto aún en proceso.