Con su fundación y el restaurante "El Cielo", ubicado en el puesto 46 en el ránking de los "50 Mejores Restaurantes de América Latina", este joven cocinero trabaja por cambiar su país.
En su brazo, al igual que en su cabeza, Juan Manuel Barrientos tiene tatuadas varias estrellas, de diversos tamaños. Y es que este chef colombiano lleva el cielo en la piel. Literal y metafóricamente.
Hace siete años, este cocinero de 31 años creó "El Cielo" un proyecto integral mediante el cual busca cocinar la paz en Colombia. En su fundación le enseña a ex soldados y guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN) las técnicas de la cocina, las cuales luego aplican en el restaurante, ubicado actualmente en el puesto 46 del ránking los "50 Mejores Restaurantes de América Latina".
"No soy distinto a otros colombianos. Todos hemos vivido la violencia, todos los colombianos somos víctimas y más que quejarse hay que ponerse a trabajar", revela ante un auditorio lleno.
Y lo dice en serio, pues el conflicto colombiano llegó a la vida de Juan Manuel Barrientos cuando él tenía nueve años, en esa época un socio de su padre fue asesinado y luego su familia fue víctima de amenazas y diversos intentos de secuestro, lo que derivó que se exiliaran a Londres hasta que cumplió 16 años, cuando volvió a Colombia.
Juan Manuel Barrientos es una persona intensa, se le nota al hablar, al moverse y en la serie de proyectos e ideas que tiene en mente. Incluso, practicó diversas experiencias extremas que lo llevaron a estar al borde de la muerte.
Luego, en un período de calma estimulado por su madre, encontró el yoga y conoció varias religiones, encontrando el equilibrio espiritual. En un momento de su vida, decidió renunciar a la empresa que trabajaba, donde tenía un gran salario, para estudiar cocina creativa, para luego pasar por la enseñanza del reconocido chef de sushi Iwao Komiyama en Argentina, y una temporada en el Arzak de España. Luego de eso, conoció el cielo.
"La gente que triunfa son los trabajadores, yo trabajo todos los días por mi sueño. A mi me costó un segundo saber que quería "El Cielo". Mi primera obra social la hice a los 9 años y las empresas tienen que tener esa obligación de tener un balance social", afirma.
Este inquieto profesional con una gran consciencia social siempre está preocupado de innovar, por eso, su estilo culinario combina la neurociencia y la cocina colombiana, creando toda una experiencia gastronómica, donde su discurso de la paz sigue estando presente.
Un ejemplo de ello es su postre "La Mina", el cual evoca una mina antipersonal, por lo que es una bomba de chocolate rellena de frutos rojos, acompañada de un dulce de marihuana, el que fue presentado en el útlimo Zacapa Room realizado en Chile, donde estuvieron presentes varios chef de la región.
"Este es un plato homenaje, hay que tomar consciencia para que la paz la hagamos todos. En "El Cielo" estamos cocinando la paz colombiana".
- ¿Cuál es tu evaluación de la gastronomía colombiana actual?
- Creo que está, cuando una ola gigante empieza a levantarse, apenas puedes ver el movimiento pero sabes que se viene una revolución.
- ¿Cómo se logra sanar y crear paz mediante la comida?
- Creo que mediante cualquier cosa se puede llegar a la paz, tu eres periodista tu haces la paz comunicándola, y sobretodo dejando de contar la guerra. Creo que es tiempo de cambio y de que cada persona desde su oficio haga su paz, en "El Cielo" somos cocineros, cocinamos paz.
- ¿Cómo se conjuga el restaurante con tu fundación?
- Son uno, la fundación recibe un porcentaje alto de las utilidades de "El Cielo", nacieron al mismo tiempo y "El Cielo" es el lugar donde se termina el ciclo educativo de cocina y paz y donde empiezan su vida como personas diferentes.
- ¿Cuáles han sido los retos de posicionar un concepto culinario como "El Cielo" en un país donde el tema de la guerrilla es algo aún palpable?
- Un guerrillero es un terrorista, un desmovilizado es un hermano colombiano que cree en la paz y merece una oportunidad. Nada es fácil en la vida pero cuando amas lo que haces, tienes la determinación en tu corazón para hacer lo imposible por lograrlo.
- ¿Y por qué llevarlo fuera, a Miami?
- Miami es la ciudad más divertida del mundo, quería vivir la ciudad y darle de la diversión y experiencias de "El Cielo" a su gente.
- ¿Cuáles son las claves para crear una empresa innovadora y social?
- Siempre tener claro la verdadera definición de innovación y siempre saber que no hay un futuro para tu país si no generas tejido social.
- ¿Cómo se compone tu plataforma creativa?
- Materia gris, pasión en la sangre y un corazón grande. El resto es disfrutar, equivocarnos, aprender y tener un poco de suerte.
- ¿Cuál es la importancia de la neurociencia en tu proyecto?
- Entender realmente el comportamiento de los seres humanos, me encanta estudiar a las personas, cuando estoy en una conversación, miro sus micro facciones, sus manos, sus ojos, etcétera, y luego hay otra serie de equipo increíbles que nos dejan entender el comportamiento.
- La innovación de tu cocina va desde tu propuesta en "El Cielo" hasta vestidos comestibles ¿en qué nuevas cosas estás trabajando?
- "El Cielo" seguira creciendo para compartir experiencias, estamos trabajando en dos libros y en un megaproyecto que transformará "El Cielo" en el paraíso de muchos.
- ¿Hay posibilidades de que se siga expandiendo "El Cielo"?
- (Risas) Sí, pero uno no puede ensillar sin traer la bestia.
- ¿Cuál es el tope de "El Cielo"?
- Las estrellas, "El Cielo" nunca ha sido el límite...