El predicador personal de Benedicto XVI, dijo que los ataques a la Iglesia Católica y al Papa son comparables a la "violencia colectiva" en contra de los judíos.
Ciudad del Vaticano. Grupos judíos en todo el mundo reaccionaron con asombro después que el predicador personal del Papa Benedicto XVI comparara las críticas a la Iglesia Católica por los escándalos de abuso sexual con la "violencia colectiva" sufrida por judíos.
"Estoy absolutamente estupefacto por esto. Esto es una locura", comentó Amos Luzzatto, ex presidente de las comunidades judías de Italia.
El rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, quien acogió al pontífice en la sinagoga de la capital en enero pasado dijo que "esto es realmente de mal gusto".
En tanto, el diario del Vaticano continuó con sus críticas a los medios por sus reportes de supuestos encubrimientos de casos de abusos de menores por sacerdotes, y dijo que el Papa se había convertido en el objetivo de una "despreciable campaña de difamación".
El predicador personal de Benedicto XVI, padre Raniero Cantalamessa, dijo durante un sermón realizado el viernes en la Basílica de San Pedro que los ataques a la Iglesia Católica y a Benedicto XVI por los escándalos de abusos sexuales son comparables a la "violencia colectiva" en contra de judíos.
Líderes judíos del mundo describieron el sermón con palabras como "repugnante", "obsceno" y "ofensivo", particularmente, como hizo notar Di Segni, en un día en el que por siglos los cristianos rezaron por la conversión de judíos, responsabilizados colectivamente por la muerte de Jesús.
"¿Cómo puede comparar la culpa colectiva asignada a los judíos, que causó la muerte de decenas de millones de personas inocentes, con los autores que abusan de su fe y de su labor abusando sexualmente de niños?", preguntó el rabino Marvin Hier del Centro Simon Wiesenthal, el grupo internacional de derechos judíos.
Cantalamessa, quien realizó los comentarios ante la presencia del máximo líder de la Iglesia Católica, dijo que los judíos fueron víctimas a través de la historia de la "violencia colectiva" y comparó su sufrimiento con los ataques a la Iglesia.
"El uso de estereotipos, el traspaso de la responsabilidad personal y la culpa a una culpa colectiva me recuerdan los aspectos más vergonzosos del anti semitismo", comentó Cantalamessa, citando una carta que recibió de un amigo judío.
Un portavoz del Vaticano dijo que la comparación "no debería ser interpretada como una postura oficial del Vaticano".
Víctimas airadas. Las celebraciones de esta semana que llevan a la Pascua de Resurrección el domingo han sido empañadas por acusaciones a la Iglesia Católica en varios países por haber manejado mal o incluso haber encubierto casos de abuso sexual a menores por parte de sacerdotes, algunos de ellos ocurridos décadas atrás.
Ante la agitación por la crisis, el Vaticano ha acusado a los medios de un intento "innoble" de calumniar al máximo líder católico a como de lugar.
Algunos reportes de noticias lo acusaron de negligencia en el manejo de casos de abuso sexual cuando se desempeñaba como cardenal en su Alemania natal y en Roma.
Las víctimas de abusos sexuales también criticaron a Cantalamessa.
"El ridículo intento de esconder los crímenes de la jerarquía (de la Iglesia) dentro del sufrimiento judío muestra simplemente cuán lejos este Papa parece dispuesto a ir para evitar que la verdad surja", dijo Peter Isely, portavoz de la Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes (SNAP, por su sigla en inglés).
El Vaticano negó haber encubierto los últimos casos conocidos de abusos sexuales por parte de sacerdotes.