Kate Bolick: "En cierto sentido, la solterona fue la primera mujer trabajadora"
Jueves, Junio 1, 2017 - 09:20
En "Solterona. La construcción de una vida propia", la autora contextualiza una reflexión sobre las mujeres a partir de revisión del material de escritoras pioneras del feminismo.
Kate Bolick, la autora de "Solterona. La construcción de una vida propia" (Malpaso), un fenómeno editorial en Estados Unidos, dijo que “ser solterona, es un estado mental con el que algunas personas nacen, y al que otras personas llegan”, en un momento de sus vidas.
En el libro, Bolick, contextualiza una reflexión sobre las mujeres solteras, a partir de revisión del material de otras cinco escritoras pioneras del feminismo como Edith Warthon, Maeve Breenan, Neith Boyce, Edna St. Vicent Millay y Charlotte Perkins Gilman y la suya propia, dado que, a los 35 años, Bolick, decidió ser soltera.
Su obra explora la posibilidad de vivir una vida plena en soledad e invita a las mujeres a valorar y encarar con pasión el proyecto de vivir solas.
Bolick, nacida en 1972, vive en Brooklyn, es editora de The Atlantic y colaboradora de Elle, Cosmopolitan, Vogue, The New York Times, The Wall Street Journal y CNN, pero es más conocida a raíz de ser “la autora del best seller de Nueva York”.
- ¿Cómo surge la idea de escribir sobre las solteronas?
- Fue a raíz de mi propia experiencia, de pequeña creía que me casaría y tendría hijos, pero me iba haciendo mayor y no encontraba pareja. Incluso, hasta llegué a pensar que el problema era yo. Luego comencé a preguntarme acerca de por qué había tan pocos casos de mujeres solteras felices instalados en el imaginario social. Parecía que las únicas solteronas que habían tenido una vida feliz fueron Carrie Bradshaw, el personaje principal de la serie de HBO de `Sexo en Nueva York´, al que dio vida Sarah Jessica Parker, o Bridget Jones. Entonces, me dije: _ ¿dónde están las orgullosas solteras de entre 1890 y 1970? Y así fue como comencé a recopilar historias de vida de mujeres que habían vivido vidas no convencionales, y, finalmente, en 2012, me senté a escribir sobre ellas.
- ¿Cómo cree que ha evolucionado la visión de la "solterona" en un mundo tan cruzado por las convenciones sociales?
- En parte, eso es algo que me fascina del término “solterona”, cómo ha evolucionado a través del tiempo. Tuvo su origen en la Edad Media, se usaba para describir a las personas que cosían, la única forma respetable con la que contaban las mujeres que trabajaban fuera del hogar. En cierto sentido, la “solterona”, fue la primera mujer trabajadora. La palabra no tenía connotaciones negativas hasta que llegó la América colonial, donde las mujeres solteras suponían una amenaza para una sociedad que necesitaba aumentar su población, pero a medida que aumentaron los derechos de las mujeres, el término dejó de usarse. Hoy en día se usa en broma como una vieja, frígida e infeliz que vive sola con un montón de gatos.
- Por lo que se desprende de su libro, ¿convertirse en solterona conlleva todo un proceso consciente, dado que una mujer debe enfrentarse a las convenciones sociales preestablecidas por la sociedad, la familia o la escuela?
- Así es. Ser una solterona es un estado mental con el que algunas personas nacen y al que otras personas llegan. Yo estoy en la mitad. Durante mucho tiempo anhelaba estar sola, pero el mero deseo me aterrorizaba; parecía antinatural, peligroso, insensato. Esto era porque, por supuesto, no sabía nada acerca de la larga historia de mujeres que vivían solas y felices.
- ¿Según su texto, la soltería ha pasado a ser un estado más de la vida como el matrimonio, o como el divorcio?
- Sí, y es que con el incremento de la edad a la que la gente se casa ahora, la disminución de la cantidad de matrimonios, la ubicuidad del divorcio y la larga esperanza de vida de la población, todos viviremos solos en algún momento de nuestras vidas, ya sea de jóvenes, en la mediana edad o al final.
- ¿El matrimonio va a extinguirse?
- Prefiero no hacer predicciones, pero sospecho que el matrimonio seguirá estando presente de alguna manera, aunque continuará evolucionando.
- ¿Las mujeres que eligen estar solas siguen siendo estigmatizadas?
- Depende de dónde vivan. Las ciudades son mucho más hospitalarias con las mujeres solteras. La situación se hace más difícil en pueblos pequeños y en las áreas rurales, donde la sociedad y la cultura, son más conservadoras.
- La cantidad de solteras se acrecienta en las sociedades más modernas. ¿La soltería atiende a una evolución o a una involución social?
- Claramente se trata de una evolución, dado que al hablar de soltería estamos hablando de libertad; de mujeres que son libres de perseguir vidas que no contemplan el matrimonio e incluso, la maternidad si así lo deciden, igual que lo hombres.
- ¿Y la independencia económica, es funcional a la soltería?
- Absolutamente. Es mucho más fácil y placentero vivir sola cuando se es económicamente independiente.
- ¿Y qué otros factores, empujan a las mujeres cada vez más a querer vivir solas?
- Depende de las personas, pero los factores educacionales, vocacionales y profesionales incrementan esas posibilidades.
- ¿La soltería es reversible o es difícil desandar el camino de la autonomía?
- Por supuesto que es reversible, al igual que lo es el matrimonio.
- ¿Se puede alcanzar la felicidad plena estando sola?
- Depende de las personas. Conozco a tanta gente feliz de vivir sola como a personas que son felices en pareja.
- ¿La soledad es un derecho histórico arrebatado a las mujeres, como usted lo refleja en su obra?
- Totalmente. Piensa en esto nada más: durante siglos se esperaba que las mujeres cargasen con la mayor cantidad de hijos posibles. Nunca estaban solas. A la sociedad le aterrorizaba una mujer sola. Las brujas eran ahorcadas y quemadas por el crimen de vivir solas.
- ¿Soltería y maternidad son términos que pueden ir de la mano?
- Mira, todas las solteras que decidieron no tener hijos, están muy contentas con su decisión. Y todas las madres solteras que conozco están felices de no tener pareja.
- Usted habla del "bendito" tiempo. Disponer de su propio tiempo, además de tener independencia económica, ¿constituye una de las piedras angulares de la soltería?
- Sí, e iría más lejos y diría que disponer de mi tiempo es mi parte favorita de mi soltería.
- En Argentina al igual que en Estados Unidos, se acrecienta el número de solteras, ¿cree que con el tiempo podrán ser susceptibles de convertirse en un target a ser valorado por las marcas, productos y servicios como lo es el colectivo gay?
- Respecto de este punto, estoy realmente sorprendida de que las empresas aún no estén al tanto de se trata de una demografía creciente. No es solo que las personas solteras, en masa, representen a una gran parte del poder adquisitivo, es que también tienen necesidades y deseos distintos de las personas que viven con pareja o en familia.