Conocido por sus motivos coloridos y siluetas originales, que mezclaban inspiraciones japonesas, como el kimono, con otros cortes, Takada también se ramificó en perfumes y líneas de cuidado de la piel, lo que contribuyó al auge de su negocio.
El diseñador de moda japonés Kenzo Takada, más conocido como Kenzo, que creó su marca en París en la década de 1970, murió el domingo a los 81 años, a raíz de complicaciones relacionadas con el COVID-19 en el Hospital Americano de París en Neuilly-sur-Seine, un suburbio residencial en las afueras del oeste de la capital.
Conocido por sus motivos coloridos y siluetas originales, que mezclaban inspiraciones japonesas, como el kimono con otros cortes, Takada también se ramificó en perfumes y líneas de cuidado de la piel, lo que contribuyó al auge de su negocio.
Sin embargo, se había retirado de su marca homónima después de venderla a LVMH, el grupo de lujo más grande del mundo, a principios de la década de 1990.
Desde entonces, Kenzo ha tenido varios otros directores creativos, mientras que Takada mantuvo estrechos vínculos con el mundo de la moda, pero exploró otras áreas del diseño, incluidos los muebles.
Confirmando su muerte en un comunicado en Instagram, la marca Kenzo rindió homenaje a su uso del color y dijo que la etiqueta todavía estaba inspirada en su entusiasmo por la vida y optimismo.
Takada, llegó por primera vez a Francia a través de un largo viaje en barco a mediados de la década de 1960, era conocido como un viajero ávido y jugaba con una mezcla de inspiraciones culturales en sus diseños.
Una reseña del New York Times de uno de los primeros desfiles de moda de Takada en 1973 elogió una "mezcolanza étnica que fue alegre y llena de diversión", describiéndolo como "uno de los diseñadores más imaginativos del mundo".
RECONOCIMIENTOS
Kenzo Takada comenzó con una pequeña tienda en París antes de alcanzar el estatus de estrella y permaneció en su ciudad adoptiva. Sus contemporáneos en un período próspero para la moda parisina incluyeron a Jean Paul Gaultier e Yves Saint Laurent.
"París está de luto hoy por uno de sus hijos", dijo en Twitter la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
El presidente y director ejecutivo de LVMH, Bernard Arnault, dijo en un comunicado que Kenzo había "infundido en la moda un tono de ligereza poética y dulce libertad que inspiró a muchos diseñadores después de él".
Ralph Toledano, presidente de la federación de moda de Francia, reconoció a Takada el haber contribuido a escribir "una nueva página en la moda, en la confluencia de Oriente y Occidente".
Takada a principios de este año lanzó una nueva empresa en París, una marca de hogar y estilo de vida llamada K3, en colaboración con otros diseñadores.
Desarrolló su amor por la moda desde temprana edad, particularmente leyendo las revistas de sus hermanas. Asistió brevemente a la Universidad de Kobe, donde se sintió aburrido y eventualmente abandonó sus estudios, en contra del deseo de sus padres. En 1958, ingresó en la academia de moda Tokio's Bunka Fashion College, la cual había abierto poco tiempo antes sus puertas a estudiantes masculinos. Tras recibir su diploma, se estableció en París en 1964. Allí trató de hacerse un lugar en el mundo de la moda asistiendo a eventos, haciendo contactos con los medios y vendiendo bocetos.
El éxito llegó en 1970. Durante ese año presentó su primer show en Vivienne Gallery; abrió su primera tienda, "Jungle jap"; y una de sus modelos apareció en la portada de Elle. Su colección se presentó en Nueva York en 1971. Al año siguiente ganó el premio Fashion Editor Club of Japan. Kenzo probó su capacidad para las apariciones dramáticas cuando entre 1978 y 1981 realizaba sus shows en una tienda de circo y los finalizaba con mujeres a caballo vistiendo uniformes con transparencias y a él mismo sobre un elefante.
Su primera colección para hombres se realizó en 1983. En 1988, comenzó su línea de perfumes femeninos con Kenzo de Kenzo (conocido como Ça Sent Beau, Huele bien), Aroma de verano (Parfum d'été), El mundo es bello (Le monde est beau) y El agua (L'eau) de Kenzo.
En 1991 lanzó su primer perfume para hombres Kenzo pour Homme. FlowerbyKenzo fue lanzado en el 2000 y se ha convertido en la fragancia insignia para la marca de perfumes Kenzo. En 2001, lanzó KenzoKI, una línea de productos para el cuidado de la piel.
Kenzo Takada anunció su retiro en 1999, dejando a cargo de su imperio de moda a su asistenta. En 2005, reapareció como diseñador de decoraciones presentando Gokan Kobo (taller de los cinco sentidos), una marca de vajilla, objetos del hogar y muebles.
Herencia japonesa.
“(Para mí) él era lo máximo, porque yo soy nikkei, descendiente de japoneses, y cuando lo entrevisté creo que lo sorprendió escuchar de otro japonés que fuera reconocido a nivel internacional”, explica Paula Ikeda, periodista argentino-japonesa que entrevistó a Kenzo Takada durante su visita a ese país en 2018.
“Para cuando lo entrevisté obviamente él ya no estaba en la marca; había hecho una colaboración con Avon y tenía que aparecer como Kenzo Takada, para no mezclarlo con el perfume que había vendido”, precisa Paula a Lifestyle.
Como periodista de moda, y por su herencia cultural, Paula reconoce que siempre se interesó por su uso de los colores, pero sobre todo por cómo se había desenvuelto en Francia.
“Él me dijo que cuando llegó a París, que era como la Meca de todo, tuvo que encontrar la manera de diferenciarse. Difícilmente otro diseñador japonés en esa época se hubiera atrevido a ir hasta allá, porque Japón es una isla y es todo muy cerrado, y el idioma es muy difícil…pero él se fue a hacer camino a París: era un estudiante que quería abrir su marca pero no tenía dinero, así que se compraba retazos de las telas de los kimonos, que son telas llenas de color”, recuerda Paula sobre esa entrevista en un hotel de Puerto Madero.
Paula explica además que el color insigne de Kenzo Takada también era un elemento diferenciador, pues en Japón el rojo es algo que se usa en celebraciones muy especiales. “Él no era el japonés tradicional; tú ves a Yamamoto y otro japoneses y son gris, blanco, azul, negro y no salen de eso”, explica. “A nivel de la moda, él hizo las combinaciones más insólitas del mundo: naranja y rojo, turquesa, negro y azul…antes nadie usaba negro y azul. Y él siempre estaba elegante, muy educado, pero de una manera natural”, rememora.
Para la periodista especializada además está el factor de ser un japonés que triunfó fuera de su tierra. “Kenzo Takada llegó a ser el representante japonés global. Por ahí lo reconocen más desde afuera que desde la propia isla, pero la verdad es que se abrió camino en una época súper difícil; en los años 60 y 70 no había internet, no había manera de copiar a otros, buscar algo en Japón tardaba meses…”, reflexiona.
La fecha de su partida resulta para ella tan simbólica como amarga. Hace muy pocos días se lanzó en Argentina lanzaron el Poppy Bouquet, de Kenzo, que es una versión más floral de la orginal Flower by Kenzo.
“La presentación la hice yo, y ahí justamente hablamos mucho de Kenzo, de París, de lo que era para él el color rojo, de la amapola que había elegido para el perfume. Y lo loco, rarísimo, es que este año se cumplen 20 años de Flower by Kenzo; dos décadas de un perfume icónico, uno de los más vendidos en todo el mundo. Y si hablamos de la importancia en Japón de los 20 años, que es la mayoría de edad, es muy importante. Y él va y se muere justo a los 20 años del lanzamiento", dice Paula.
La coincidencia en fechas solo añade al dolor de Ikeda. “Tenía 81 años y parecía de 30, súper jovial, educado, una persona a la que le quedaban muchos años más por vivir. La verdad es que me dejo un recuerdo divino…yo quiero envejecer así. Y aunque me parece muy injusta y muy triste su muerte, me puso feliz que su entierro fuera en Francia, porque no me lo imagino terminando en Japón, porque ya no era japonés”, sopesa.
Inevitable pensar que habrá otros momentos así de tristes para la moda contemporánea.
“Aparte de Jean Paul Gaultier o Armani, ya están quedando muy pocos de esa generación. Se fue Karl Lagerfeld y ahora Kenzo. La verdad es que están quedando súper pocos de esa época de oro y a mí me da orgullo que uno de ellos haya sido japonés”, concluye Paula Ikeda.