Con una dosis única de este medicamento, que tiene efectos alucinógenos, los adictos reducirían su consumo al eliminar los recuerdos relacionados con la bebida.
El Espectador. Psicólogos de la University College de Londres (UCL) están probando la utilidad de una dosis única de ketamina para ayudar a que las personas disminuyan el consumo de licor. Se trata de una droga con potencial alucinógeno que es utilizada como sedante o anestesia en humanos y animales. De hecho, sirve como tranquilizante para caballos. Los científicos creen que un tratamiento radical de este tipo tranquilizaría a los adictos haciéndolos “borrar” los recuerdos relacionados con estas bebidas.
De acuerdo con los investigadores del estudio, la ketamina puede interrumpir la formación de los recuerdos, cosa que puede ser aprovechada para sobreescribirlos. Así se inhibiría la adicción y se truncarían los patrones nocivos de comportamiento.
“Los recuerdos que se forman pueden ser secuestrados por las drogas en algunas personas”, dijo Ravi Das, uno de los principales investigadores del estudio. “Si usted fuera un alcohólico, es posible que tenga un fuerte recuerdo de estar en un lugar determinado y con ganas de beber. Esos recuerdos quedan contínuamente provocados por cosas en el ambiente que no se pueden evitar”, complementó.
En un experimento anterior que buscaba eliminar la fobia a las arañas y en pruebas con ratas adictas a la cocaína se evidenció que los recuerdos relacionados co estos miedos y vicios podrían desaparecer por completo usando una estrategia similar (aunque en el segundo caso implicó la inyección de una sustancia química en el cerebro).
El experimento aún no ha concluido. En total, los científicos tienen el objetivo de incluir a 90 personas para el ensayo y a la fecha más de 50 ya han participado. Los elegidos son personas que beben cantidades perjudiciales de alcohol, pero no son clínicamente catalogados como alcohólicos. En cuatro días, los participantes bebían alrededor de 40 unidades para los hombres (equivalente a cuatro botellas de vino) y 28 para las mujeres.
Una de las participantes le describió al diario The Guardian la experiencia de la ketamina como “abrumadora e intensa”, pero no desagradable. “Mi cuerpo se sentía como si se estuviera derritiendo. Fue bastante psicodélico, me sentí sin ataduras de mi cuerpo”, concluyó.
Si la prueba da resultados prometedores, el equipo espera que el enfoque sirva de base para las sesiones de terapia dirigida a los alcohólicos. Sin embargo, los expertos reconocen que puede haber resistencia al uso de esta droga psicodélica para tratar a personas con adicción.
En otros campos también podría ser utilizada este tipo de terapias. El profesor Michael Saladino, de la Universidad Médica de Carolina del Sur, en Estados Unidos, aseguró que podría funcionar en fumadores. “Estoy convencido de que hay pruebas suficientes para creer que la reconsolidación de memoria puede ser aprovechada para fines clínicos”, concluyó.