Tres ecuatorianos tienen a cargo un espacio de tres horas en una emisora de Nueva York, con el que buscan mantener el kichwa. Se estima que unas 10.000 en la ciudad estadounidense hablan esa lengua.
Desde un sótano en un edificio del Bronx, Estados Unidos, opera la radio por internet El Tambo Stereo, con un grupo de ecuatorianos que hace esfuerzos para que su lengua ancestral, el kichwa o runashimi, no quede en el olvido.
"Kichwa Hatari" es el programa de tres horas que conduce Segundo Angamarca, obrero de construcción; Charlie Uruchima, alumno de la universidad de Nueva York, y Luis Lema, profesor y traductor en tribunales, y con el que buscan mantener vivo el kichwa, hablado en Ecuador, Bolivia y Perú.
El nombre del programa “significa 'levantemos el kichwa', y es lo que queremos, para que no se pierda”, expresa Angamarca, de 38 años, sobre el espacio que se transmite desde el pasado 25 de julio, tal vez el único en Estados Unidos en ese idioma.
Agregó que muchos padres no lo enseñan a sus hijos en Estados Unidos y que algunos emigrantes no quieren hablar esa lengua “porque se avergüenzan”.
“He hecho entrevistas para el programa y no quieren hablar kichwa porque tienen vergüenza. Les digo que no deben tenerla porque es nuestra lengua. Estamos tratando de incentivarlos para que la lengua no se pierda entre las nuevas generaciones”, señaló Angamarca.
Angamarca, del cantón El Tambo, del Cañar, emigró a los 22 años a Nueva York, donde pudo continuar con su pasión por la radio. En Ecuador ya había trabajado en una emisora y en Nueva York pudo hacerlo en un programa de música tropical en internet en el 2009.
Dos años más tarde estableció El Tambo Stereo, con “música tradicional de Ecuador, la que más escucha el pueblo kichwa”. Se estima que en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut existen entre 6.000 y 10.000 personas que hablan ese idioma.
Juan Mayancela, otro kichwa-hablante y también residente del Bronx, fue invitado al programa el pasado viernes. “Me gusta escucharlo. Uno llega cansado del trabajo y se alegra al escuchar el kichwa”.