Naranjas, limones, mandarinas, pomelos...los cítricos no sólo se comen, son magníficos aliados de la piel y la belleza por su alto contenido en vitaminas.
Los cítricos se cultivan desde hace miles de años y, a pesar de que su origen se ubica en el sudeste asiático, hoy su consumo está generalizado en todo el mundo.
El ácido cítrico que contienen es un exfoliante natural que se emplea en mascarillas y otros cosméticos. Cuando preparamos un zumo de cítricos, no solo favorecemos una buena digestión, nuestra piel también gana con esa jugosa mezcla de limones, naranjas, mandarinas o pomelos.
Ingeridas o contenidas en cremas, estas frutas potencian la belleza natural. La capacidad astringente y antibacteriana del limón, el poder antigrasa del pomelo y la lima, o la regeneración celular que proporcionan las naranjas, hacen que las frutas se utilicen desde la antigüedad como aliados de belleza y algunos como eficaces afrodisíacos.
El agua de la flor de la naranja, con un alto contenido de vitamina C, hidrata, limpia y tonifica la piel y favorece el incremento de colágeno, que revierte en una mayor firmeza de la piel y retrasa el envejecimiento.
"Los principios activos (vitaminas los minerales) funcionan mejor si se ingieren, porque se potencian unos a otros", explica la dermatóloga Aurora Guerra.
Como la epidermis es la parte superficial de nuestra piel y no posee vasos sanguíneos, asimila estas vitaminas ingeridas por absorción. Ahí es donde entran en juego las cremas, "sobre todo para tratar manchas o simplemente para aportar luminosidad a la piel", asegura Guerra.
La vitamina C que tiene, por ejemplo la naranja, retrasa el envejecimiento prematuro de la piel. El consumo de cítricos, por ejemplo en forma de zumo, es el mejor remedio contra los resfriados y las gripes, y es especialmente recomendable para fumadores o personas que toman medicación.
Si la patología de la piel se manifiesta en una psoriasis o como una quemadura solar, el zumo de este tipo de frutas consumido por vía oral, es ideal. Para las personas con pieles grasas, los cítricos deben estar presentes en desayunos, postres o aperitivos por su capacidad para eliminar toxinas.
La reina Cleopatra se empapaba de arcilla del Nilo para mantener su piel joven y, siglos después, las mascarillas naturales sobreviven como los experimentos estrella de nuestras rutinas de belleza, aunque también existen cremas ya preparadas.
El mejunje casero más clásico es la mezcla de un yogur natural con tres cucharadas de limón con pulpa. El resultado se aplica por el rostro con movimientos circulares y, después de un reposo de 20 minutos, se aclara. Aunque algunos de estos remedios naturales son eficaces, la dermatóloga Aurora Guerra recomienda mejor la consulta de un profesional, o "el empleo de cremas ya preparadas y respaldadas por estudios y años de investigación".
Si el tiempo es tu peor aliado, lo mejor es buscar una marca que incluya cítricos en su composición. Weleda comercializa entre sus productos una crema de manos y uñas con cítricos y otras marcas como L,Occidetane, Garnier o Lactovit, disponen también de hidratantes a base de este tipo de frutas y otras complementarias para que la piel se beneficie de su poder antioxidante y regenerativo.
(EFE)