La Brava, una de las playas con las mejores olas de Florianópolis
Jueves, Enero 19, 2017 - 08:54
La escuela no da abasto en vacaciones. Argentinos, brasileños, uruguayos y paraguayos olvidan la pelota para subirse a la tabla.
La Brava, una de las playas con las mejores olas de Florianópolis, es para argentinos y brasileños un lugar donde no existe el fútbol, sino la pasión compartida con el surf en este verano 2017.
"¿Dónde va un argentino cuándo llega a Praia Brava? A la escuela de surf", bromea Marco Santos, un brasileño de 54 años que practica surf en Florianópolis desde hace 44, cuando Télam le pregunta cómo es la convivencia con la disputa de las olas en esta playa del norte de Florianópolis.
La escuela de surf de la playa Brava, en verdad, no da abasto en enero. Argentinos, brasileños, uruguayos y paraguayos olvidan la pelota, un clásico en las otras playas de Floripa de Brasil y de Argentina, para comenzar a la mañana bien temprano, a partir de las 8, a buscar las mejores olas.
Aquí, en Praia Brava, lleva adelante su segunda pasión deportiva el ex tenista Gustavo Kuerten, que fuera triple campeón de Roland Garros y número uno del mundo, la máxima gloria del tenis de Brasil. Una mansión en la montaña con vista a la playa es considerada uno de los lugares más elegidos por el ídolo para descansar en Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina.
Aquí los niños quieren ser como Guga, pero los que ya aprenden surf desde pequeños quieren ser como Gabriel Medina, el primer campeón mundial brasileño de surf de la ASP World Tour en 2014, a los 20 años, y toda una celebridad en Brasil.
Dicen los argentinos que disfrutan de Praia Brava que siempre han vuelto a practicar surf en las vacaciones. No los mueve otra cosa para venir en avión o en auto a Brasil, ni la temporada más barata, ni el clima o la temperatura o el color del agua. Apenas las olas.
"El año pasado vine con amigos y ahora volví con la familia de mi novia", dijo a Télam, con su traje de neoprene celeste Manuel de Góngora, un estudiante de ingeniería industrial porteño.
Existe rivalidad en el fútbol, en otras playas, en los clásicos de la arena y los arcos de ojotas, entre turistas argentinos y brasileños en Floripa, pero en Praia Brava el asunto es surf. "A veces a los brasileños no les gusta que los extranjeros ocupen las olas, el mar, pero afuera está todo más que bien, son muy buena gente", dijo Manuel.
Rocío, su novia, es una de las pocas personas con un libro en la playa. Lo espera con el sol de 37 grados.
Los que no practican surf tienen en esta playa servicios de alta calidad, buenos paisajes y agua caliente, además del rumor del oleaje. Otra ventaja es que es una de las playas con menos tránsito en los infernales embotellamientos de Floripa y con mejores estacionamientos gratis.
Juan Gaviña, un veterinario de la localidad bonaerense de Pilar, quiere convencer al resto de su familia y hacerla surfear. El se considera un novato pero ha aprendido, de adulto, un nuevo deporte para explorar.
"Brava es una playa diferente, muy buena para aprender y para perfeccionarse. El ambiente de surf lo lleva a uno a entusiasmarse con el deporte", comentó luego de haber probado las olas de la primera mañana.
La presencia de Gaviña y su familia es porque considera que Brasil está más barato que Argentina para pasar vacaciones y porque las playas "son mejores".
Los profesores de surf están todos en el agua, con niños argentinos y brasileños, que aprenden por unos 500 pesos la hora o por un paquete semanal el deporte que en estas playas, con las olas como protagonista principal, hace olvidar al fútbol.