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"La casa azul", Frida Kahlo y Chavela Vargas en clave de cómics
Viernes, Julio 25, 2014 - 08:17

El artista catalán Tyto Alba publica en España un libro ilustrado que toma como base los recuerdos (reales o imaginarios) de la cantante Chavela Vargas, quien narró en sus memorias los días felices que vivió con la pintora mexicana.

Son los últimos años de la década de los ochenta, Chavela Vargas está llegando a los 70 y lucha por dejar el alcohol. Los recuerdos se agolpan y entonces aparecen el dolor y los amores. Ahí está Frida Kahlo, la mujer que la cantante costarricense consideró siempre como “el amor de su vida” y con la que afirmó haber vivido felices días.

Realidad o acaso mentira: la crítica de arte Raquel Tibol manifestó en alguna entrevista que de acuerdo a la evidencias, Chavela ni siquiera habría conocido a Frida y a su esposo, Diego Rivera. Poco importa. Lo que sí fue verdad es que la intensa intérprete de "La Llorona" siempre reservó un lugar de sus recuerdos para la pintora.

En ese umbral, donde los recuerdos pueden falsear el pasado, Tyto Alba (Barcelona, 1975) ubica su nueva historia: "La casa azul", cómic que aparece en España, en septiembre próximo, bajo el sello Astiberri y que llega a México al siguiente mes.

Lo que se cuenta son las remembranzas que hace Chavela Vargas de su vida al lado de Frida Kahlo y los juegos de ficción que el autor se ha permitido recreando la vida cultural de la primera mitad del siglo XX en México.

“Hacía mucho tiempo que había leído las memorias de Chavela Vargas, lo que más se me había quedado grabado era el tiempo en que ella había vivido en La Casa Azul. Muy poco antes había visitado el museo, así que podía imaginar las anécdotas que contaba con ese bonito decorado. Aunque no fue sino hasta 15 años después cuando regresé el pasado año en que me planteé en serio dibujar la historia”, cuenta el ilustrador.

En principio, el dibujante se había planteado crear una historia ligera y alegre que incluyera las anécdotas divertidas que Chavela contaba en sus memorias; conforme avanzó en sus investigaciones fue descubriendo que era necesario incluir también a Frida Kahlo y a Diego Rivera, pero también dar paso a la ficción manteniendo en el aire la bruma de incertidumbre que la propia cantante creó en torno a su vida.

“En las anécdotas que Chavela siempre cuenta, hay muchas contradicciones; tampoco existen pruebas ni documentos sobre su amistad que se consideren auténticos. Yo quiero creerla en todo y quiero que el lector también la crea, pero juego un poco con dejar que flote esa duda, no sólo sobre sus palabras sino sobre el resto de los personajes, sobre las anécdotas disparatadas que cuenta Diego Rivera o incluso sobre las cosas que son de mi invención”, dice.

La jugada de Tyto cumple dos funciones en su historia, mostrar que la ficción puede servir para embellecer nuestro propio pasado y la importancia de no perder la capacidad de practicar “el viejo arte de contar historias”. En todas sus obras ese ha sido el ingrediente fundamental: “quiero contar las historias que me gustaría que me contasen, y tratar de transmitir sensaciones mediante imágenes y escenas que tengo en la cabeza. También me gusta ir cambiando de géneros o estilos porque también tengo curiosidad por cosas muy diferentes”.

"La casa azul" fue planteada desde sus inicios como una historieta más dentro de la línea de la tradición de cómics franco-belgas que cuentan con un ambiente “más accesible y agradable de leer”, dice el autor. Esa intención ahora provoca algunas risas en Tyto, al final cree que no se ha logrado desprender completamente del estilo “oscuro” que algunas de sus historias tienen.

Sin embargo, lo que importa en un cómic, dice, “es ese equilibrio entre narración y dibujo. Con algunos dibujantes más clásicos ocurre que parece que están ilustrando un libro, como si el texto fuese por una parte y el dibujo por otra”.

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