Presidente de CaixaBank y profesor del IESE, defendió las reglas éticas y la RSC en la gestión de empresas durante sesión de IESE.
“No basta con cumplir con la legalidad, las decisiones que tomamos en las compañías tienen grandes repercusiones en los empleados, clientes y toda la sociedad. Para tomar decisiones más justas es necesario respetar unas reglas éticas”. Es es lo que aseguró el presidente de CaixaBank y profesor del IESE, Jordi Gual, que defendió las reglas éticas y la responsabilidad corporativa en la gestión de empresas durante una sesión con motivo del X aniversario de la Cátedra “la Caixa” de Responsabilidad Social de la Empresa y Gobierno Corporativo.
De acuerdo con el portal de noticias de IESE, Gual destacó el modelo de stakeholder capitalism frente al de shareholder capitalism, que entiende a las empresas como instituciones sociales y defiende que se basen en relaciones de confianza y compromiso: “En ellas, los distintos grupos de interés se comprometen recíprocamente para alcanzar objetivos que van más allá de la maximización del beneficio empresarial”.
El presidente de CaixaBank destacó la necesidad de que las compañías inviertan en mejorar las condiciones de sus clientes, accionistas, trabajadores y la sociedad en general. A consecuencia de esta “inversión”, señaló, “empleados y directivos se encuentran más implicados, la relación con clientes y accionistas resulta más duradera y se enriquece también la colaboración con toda la sociedad y sus instituciones”.
“Comprender la empresa como una institución social refuerza su sostenibilidad a largo plazo y supone una fuente de ventaja competitiva permanente”, afirmó.
Crear relaciones de confianza
Según Gual, la confianza es un activo importante entre directivos, accionistas y clientes para generar sinergias positivas en la empresa: "Es un activo intangible que requiere de un esfuerzo grande y continuado, pero se puede erosionar muy fácilmente".
Antonio Argandoña añadió que “las empresas necesitan que sus empleados, clientes, accionistas y proveedores confíen en ellas. Y para conseguirlo deben mostrarse dignas de dicha confianza”.
El profesor insistió en la importancia de que una empresa haga visible sus valores y admitió que “no es nada fácil mantener la confianza de empleados o clientes, pero la responsabilidad social puede ayudar a conseguirlo”.
No hay que confundir la responsabilidad social con “la filantropía”, señaló el profesor; “la responsabilidad social comienza por el funcionamiento ordinario de la empresa, el trato con los empleados, con los clientes, con el medio ambiente. En su actividad propia debe mostrarse digna de dicha confianza”.
Y coincidió con Gual en que “la función de una compañía no es sólo generar beneficios, sino que también debe cuidar a todo el público al que se dirige”.
Argandoña, que agradeció el apoyo de la entidad bancaria en estos diez años, anunció que la Cátedra “la Caixa” cambia su denominación a “Cátedra CaixaBank de Responsabilidad Social Corporativa”.
El director general del IESE, Franz Heukamp, destacó el carácter pionero de esta apuesta de la Caixa, en los primeros años de desarrollo de la responsabilidad social corporativa, y señaló el prestigio internacional alcanzado por esta fruto del trabajo del profesor Argandoña.
“Los años de crisis económica –señaló Heukamp– nos han mostrado la necesidad de la ética y de la responsabilidad social corporativa. La generación de conocimiento, la divulgación y la docencia en estos ámbitos constituyen aspectos centrales de la misión del IESE y el apoyo de la Caixa con esta cátedra nos permite desarrollarlos y ampliar nuestro alcance”.