Una nueva investigación se basa en los mecanismos genéticos de estos animales para adaptarse a ciertas condiciones.
Los científicos chinos que estudian las serpientes que viven en la meseta de Tíbet-Qinghai a una altitud de entre 3.500 y 4.400 metros han descubierto el mecanismo genético de su adaptación a entornos extremos de elevada altitud.
La investigación, publicada en línea en la última edición de la revista académica PNAS, podría ayudar en la prevención y tratamiento de las enfermedades relacionadas con la altura.
La mayoría de los animales tienen ciertas características que les permiten adaptarse a su entorno pero tienen dificultades para sobrevivir fuera él. Sin embargo, algunas especies pueden sobrevivir y prosperar en condiciones extremas, por ejemplo la alta radiación y la hipoxia.
Su larga evolución adaptativa convierte a estos animales en diferentes respecto a los demás en lo relativo a su estructura genética, las características enzimáticas y la función metabólica, explicó Li Jiatang, científico principal del Instituto de Biología de Chengdu de la Academia de Ciencias de China.
La serpiente de fuente termal, perteneciente al género Thermophis, es una especie única y rara que vive en una de los hábitats más altos del mundo. Principalmente se encuentra en bloques de roca, cerca del agua, y pantanos y prados cerca de la fuente termal.
Li apuntó que el origen y la evolución de las serpientes de fuente termal están estrechamente vinculadas con la formación de la meseta Tíbet-Qinghai, que siempre es denominada como "el techo del mundo".
La meseta es una de las áreas más escasamente pobladas de Asia debido a su gran altitud, las bajas temperaturas y la intensa radiación solar. La región es un laboratorio natural para estudiar los mecanismos de la adaptación biológica al ambiente de la meseta, afirmó Li.
Los estudios previos se centran principalmente en la adaptación a la meseta de los animales homotermos (que tiene una temperatura corporal constante), indicó Li. Todavía se desconoce el mecanismo genético de la adaptación de los ectotermos (animales que regulan la temperatura corporal según las fuentes externas, como el sol) al ambiente mesetario.
Comparando serpientes de fuente termal con las especies de áreas de altitud baja, los científicos encuentran mutaciones genéticas en las serpientes de fuente termal, principalmente asociadas con funciones como la inmunidad, la respuesta adaptativa a la hipoxia y la reparación del ADN, explicó Li.
La investigación sobre los mecanismos genéticos de la adaptación al entorno extremo de animales homotermos y ectotermos será clave para encontrar tratamientos nuevos para las enfermedades de alta altitud en personas, indicó Li.