Los animales de compañía ayudan a paliar la soledad y a que las personas se mantengan en forma. También fomentan la responsabilidad entre los más pequeños y forman parte de terapias para personas con diversas afecciones o trastornos.
Ancianos, discapacitados, niños con autismo y pacientes con depresión son algunos de los grupos que se benefician de las terapias asistidas con perros.
Pero es necesario ofrecerles a estas mascotas los cuidados apropiados y llevarlas de manera periódica al veterinario, para evitar parásitos y enfermedades, como la rabia que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ataca principalmente en comunidades donde no se toman medidas para prevenir la transmisión de perros a humanos.
Ventajas de tener un perro en casa
Varios estudios han demostrado que los dueños de perros hacen más ejercicio que quienes no los tienen.
Un estudio que publicó la revista American Journal of Cardiology señala que el corazón de las personas que tienen mascotas se adapta mejor a las situaciones estresantes que quienes no conviven con ellas.
Los gatos y los perros pueden ayudar a mejorar la salud cardiaca. Es más probable que las personas con trastornos cardiacos y que tienen mascotas sobrevivan a un infarto.
Las investigaciones indican que pasear al perro propicia más conversaciones con los vecinos, con otros dueños de perros, etc., además de que ayuda a mantenerse socialmente conectado.
Ojo con la rabia
La rabia es transmitida por un virus que afecta a animales domésticos y salvajes, y llega a las personas mediante el contacto con la saliva infectada, normalmente a través de una mordedura.
El periodo de incubación suele ser de uno a tres meses, pero puede oscilar entre menos de una semana y más de un año. Las primeras manifestaciones son fiebre, que a menudo se acompaña de dolor o parestesias (sensación de hormigueo, picor o quemazón) en el lugar de la herida, cita la OMS.
A medida de que el virus se propaga por el sistema nervioso central, se produce una inflamación progresiva del cerebro y la médula espinal que produce la muerte. La estrategia más rentable de prevención de la rabia humana consiste en eliminar la rabia canina mediante la vacunación.
Otra enfermedad que afecta a los canes es la leishmaniasis, causada por un parásito que se introduce en el animal tras la picadura de un mosquito, e invade diferentes órganos, afectando su respuesta inmunológica, lo que ocasiona problemas cutáneos, articulares, renales u oculares, y puede llegar a causar la muerte. Esta enfermedad también afecta a las personas.
La forma más común es la cutánea, que causa úlceras en la piel. La leishmaniasis visceral afecta varios órganos internos —por lo general, el bazo y el hígado, pero también la médula ósea— y puede ser mortal. Sus síntomas suelen ser fiebre, pérdida de peso, agrandamiento del bazo y del hígado y anemia, explican los especialistas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos.
Existen vacunas y productos preventivos por vía oral que pueden reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Los perros no pueden contagiarla directamente a las personas. La transmisión se da solamente si el mosquito pica a un perro u otro animal infectado y después a un ser humano. Es necesario tratar a la mascota con los productos antiparasitarios y repelentes que prescriba el veterinario, a fin de evitar que los mosquitos transmisores la piquen.