Cuando los colaboradores sienten que pueden alcanzar su potencial en su trabajo, la dicha llega, según Oriana Tickell, especialista en entrenamiento ejecutivo de alto nivel.
Comparado con Brasil y Argentina, México es el país con mayor índice de satisfacción laboral, de acuerdo con Love Mondays, una plataforma brasileña que recaba y difunde información sobre el mercado del empleo.
Sin embargo, en una escala de 5 puntos el promedio general que los profesionistas mexicanos otorgaron a las empresas en las que trabajan fue de 3.6 a finales de 2017. Los índices medidos son la satisfacción general, remuneración y prestaciones, oportunidades de carrera, cultura corporativa y calidad de vida.
Los jefes influyen directamente en gran parte de esas clasificaciones, señala la semana pasada en entrevista en un hotel de Ciudad de México, Oriana Tickell, profesora e investigadora de la psicología positiva y fundadora de la consultora CorpX Institute.
Una psicóloga positiva
La británica Oriana Tickell tiene más de 20 años de experiencia como consultora de empresas en temas de cambio y coach de equipo. El giro de las organizaciones a las que ha asesorado van desde la manufactura, servicios financieros, ventas minoristas, hasta la tecnologías de la información.
Ha enfocado su trabajo desde una perspectiva de la psicología positiva, que se basa en el supuesto de que las personas creen en sus cualidades y en las de los otros. Sobre ese tema imparte clases en la Universidad de East London y en la Universidad TecMilenio en Ciudad de México. Detrás de la felicidad en el trabajo hay toda una ciencia, dice. Pero para que ésta florezca debe haber un liderazgo positivo.
El liderazgo positivo “es un acto personal de responsabilidad social corporativa” apunta Tickell. Quienes están a cargo de equipo deben reflexionar sobre qué tipo de líder quieren ser, cómo quieren guiar a su gente.
Sobre todo, es necesario que estén conscientes del compromiso que implica dirigir un área, ya sea de recursos humanos o alguna otra. “Están a cargo de personas, de personas que tienen un corazón, tienen familia y una vida importante”.
La idea de que al llegar al trabajo deben olvidarse de esa otra vida familiar o social hay que olvidarla, sostiene. El reto radica precisamente en que se mire a los trabajadores en todas sus esferas y se les ayuda a explotar lo mejor de sí, “a convertirse en mejores personas, quienes a su vez construirán un mejor equipo de trabajo”.
La ciencia de la felicidad en el trabajo
Como parte del iOpener Institute, una consultora fundada en Oxford y con presencia en México, Estados Unidos y varios países de Europa, ha desarrollado el modelo de Rendimiento-Felicidad.
Ese sistema, se basa en el principio de que el desempeño y la felicidad en el trabajo tienen que ver con cinco puntos. El primero es la contribución, o sea, lo que cada uno de los colaboradores realiza en la organización.
En segundo término está la convicción, la cual se refiere a la motivación que tienen los trabajadores en el proyecto a corto plazo. Le siguen la cultura de la compañía, el compromiso a largo plazo de los integrantes del equipo y por último la confianza que tengan en sí mismos.
Todos están entrelazados, funcionan como un ecosistema y cada elemento impacta al otro, advierte. Además de esos elementos hay otros tres factores que están alrededor: la confianza que tengan en la organización, el reconocimiento y el orgullo de pertenecer a ella.
Jefes "de la prehistoria"
Desde hace unos 20 años el liderazgo ha comenzado a dejar los tintes impositivos y controladores de antaño, dice Oriana Tickell. Por supuesto, aún quedan “los anticuados, que llevan a los colaboradores al burnout (síndrome de desgaste profesional) o a la rotación de personal”.
Algunos de estos jefes “de la prehistoria” creen que nada pasa si un trabajador decide irse porque el ambiente laboral es horrendo, pues hay muchas personas queriendo un empleo.
“Se olvidan de los gastos que implica entrenar a nuevos miembros” y del tiempo que les tomará a los recién llegados integrarse al equipo. “Los cambios constantes de colaboradores rompen el ritmo positivo de trabajo”.
Machismo en la vida laboral
Hombres y mujeres pueden ser felices en su trabajo, pero cuando hay actitudes machistas dentro de la empresa será difícil que ellas puedan sentirse a gusto, incluso si no están detectando claramente esas conductas de sus compañeros o jefes, comenta.
Antes, la igualdad de género era un elementos que las organizaciones no tomaba en cuenta cuando se hablaba de la felicidad de los colaboradores. Oriana Tickell, una de las fundadoras de la consultora CorpX Institute, no se ha salvado del sexismo en la vida laboral.
Hace más de dos décadas, ya viviendo en México, volvió al trabajo después de su luna de miel. La bienvenida de sus jefes fue el anuncio de que le reducirían el sueldo “porque ya no lo necesitaba”, pues ya tenía un esposo que la mantuviera. “Por supuesto, renuncié ese mismo día y conseguí empleo en otra compañía”, cuenta aún indignada.
Lo que le ocurrió a la psicóloga “quizá ya no ocurra en esas dimensiones a las jóvenes de ahora”, pero muchas mujeres siguen siendo ignoradas en las juntas por los otros líderes varones, subestimadas en sus logros por sus jefes. Eso genera todo menos felicidad y pocos se han detenido a reflexionar al respecto, apunta.
FOTO: PEXELS.COM