Este año se espera que el total de viajeros durante la Fiesta de Primavera, que durará 40 días alcanzará los 2.980 millones, casi 30 veces más que en 1979.
Aunque el término "Chunyun" (el período de viajes con motivo de la Fiesta de la Primavera) surgió en 1954 en los medios de comunicación de China, no se convirtió en un fenómeno hasta 1979, cuando se registró un récord que por primera vez superó los 100 millones de viajes.
En aquel entonces, los chinos solo descansaban los domingos y no tenían semanas doradas, como las vacaciones del Primero de Mayo y del Día Nacional. La Fiesta de Primavera era la única ocasión con vacaciones largas en la que los chinos podían viajar.
Sin embargo, debido a los bajos ingresos en una economía planificada, la demanda de viajes se veía limitada y pocas personas se lo podían permitir, por lo que no había un aumento significativo en cuanto al número de traslados durante la Fiesta de Primavera.
Tras la reforma y apertura a partir de 1978, no solo crecieron los ingresos del pueblo, sino que también los recursos productivos, entre ellos los recursos humanos, empezaron a circular por el país debido a las fuerzas del mercado.
El superávit de mano de obra rural se trasladó a las ciudades para buscar un medio de vida y, al mismo tiempo, los habitantes de las ciudades pequeñas se trasladaron a las grandes para obtener salarios más altos y desarrollar más su carrera.
Este año se espera que el total de viajeros durante el período de viajes de la Fiesta de Primavera, que durará 40 días y se prolongará hasta el 12 de marzo, alcanzará los 2.980 millones, casi 30 veces más que en 1979.
Otro cambio se refiere a la velocidad. En 40 años, la velocidad de los ferrocarriles ha experimentado un aumento desde menos de 40 kilómetros por hora hasta 350.
Antes, los pasajeros pasaban 24 horas viajando de Beijing a Shanghai, a 1.300 kilómetros de distancia. Actualmente, solo hacen falta cuatro horas.
El subdirector del Departamento de Transporte de Pasajeros de la Corporación de Ferrocarriles de China, Huang Xin, trabajó antes con el Grupo de Ferrocarriles de Guangzhou y señaló que hace 20 años la cola de la oficina de boletos en la estación de Guangzhou se extendía varios kilómetros y era normal hacer noche esperando para comprar el billete.
Hoy en día, los pasajeros pueden reservar los billetes por medio de la línea telefónica o en internet. Dada la gran demanda, no obstante, sigue sin ser fácil reservar un billete.
Según el subjefe del Instituto de Tecnología Informática de la Academia de Ciencias Ferroviarias de China, Zhu Jiansheng, la media diaria de visitas a la página en la que se pueden reservar los billetes es de 55.670 millones.
En las temporadas altas, el numero sube hasta 81.340 millones, con cifras de hasta 6.000 millones por hora.
Cada día se venden 15 millones de billetes a través de este sitio web.
De este modo, las largas colas ante las estaciones de ferrocarril se han reducido, dado que más del 60% de los billetes se adquieren en línea.
Las estaciones de tren de alta velocidad se parecen a los aeropuertos y cuentan con servicios como restaurantes y cafeterías.
En 1978, las instalaciones solo satisfacían las necesidades de transporte y había pocos lugares en los que comprar comida.
Hace cuarenta años, los ferrocarriles se consideraban "el hermano mayor" de la industria del transporte debido a su posición dominante en este ámbito.
China no tenía ninguna autopista hasta que en 1988 se construyó la primera, entre Shanghai y Jiading. En la actualidad tiene una densa red de carreteras y, desde 1978, ha pasado de tener 9,1 kilómetros de vías por cada 100 kilómetros cuadrados a 48,92.
El año pasado, el total de kilómetros de autopistas llegó a 136.000 y este tipo de vías conectaban el 97% de las ciudades con una población de más de 200.000 personas.
Se espera que los viajes por carretera supongan más del 80% de los realizados durante esta Fiesta de Primavera, que empieza el 15 de febrero. Los viajes en tren serán alrededor de 400 millones, un 14%.