Un estudio utilizó un gusano para investigar el efecto que la microbiota intestinal ejerce en el proceso de envejecimiento. El trabajo sugiere, a diferencia de lo que se cree, que el uso excesivo de antioxidantes podría causar el acortamiento de la vida.
La flora intestinal puede alargar la vida
Martes, Agosto 16, 2016 - 05:30
SINC. Un estudio llevado a cabo por un equipo internacional encabezado por investigadores salmantinos ha mostrado que la microbiota o flora intestinal puede afectar sensiblemente la duración de la vida de sus hospedadores. Utilizando el gusano nematodo Caenorhabditis elegans, que se usa habitualmente como modelo en los estudios biomédicos, los investigadores determinaron que este nematodo vive 50% menos cuando su flora intestinal produce antioxidantes. El trabajo acaba de publicarse, hace cerca de un mes, en la revista especializada en envejecimiento Aging.
Desde hace años es sabido que la microbiota intestinal juega un papel sumamente importante en la salud humana. Numerosos trabajos se han centrado en analizar la composición de la comunidad bacteriana y de otros microorganismos en el tracto intestinal humano. En este sentido, recientemente científicos argentinos de la Universidad de Rosario encontraron que la bacteria Bacillus subtilis, un microorganismo de presencia habitual en el suelo y el tracto digestivo de rumiantes y humanos, alarga la vida.
Además, diversos estudios han relacionado alteraciones en las comunidades de bacterias intestinales típicas con sensibilidad a problemas immunológicos, obesidad o cáncer, entre otros.
"En nuestro trabajo hemos utilizado el gusano nematodo C. elegans para investigar el efecto que la microbiota intestinal ejerce en el proceso de envejecimiento", explica Adolfo Sánchez-Blanco, primer autor del trabajo, quien detalla que este nematodo vive de manera natural en el suelo, donde se alimenta de bacterias que colonizan su intestino y establecen comunidades microbianas.
C. elegans es un animal de apenas un milímetro de longitud extensamente utilizado en estudios biomédicos. De hecho, en algo más de una década, tres premios Nobel fueron otorgados a investigadores que realizaron sus descubrimientos en este organismo.
Una limitación fundamental a la hora de estudiar la importancia de la microbiota intestinal en distintos aspectos de la salud es la complejidad derivada de las miles de especies de bacterias y microorganismos que viven en nuestro cuerpo. Para simplificar este problema, los investigadores utilizaron el gusano y estudiaron hasta qué punto dos bacterias distintas, E. coli y B. subtilis, pueden influir en el envejecimiento de C. elegans.
Según sus resultados, los gusanos mantenidos con B. subtilis viven 50% o más que los gusanos mantenidos con E. coli. Al analizar la causa de esta diferencia en la longevidad, observaron que el contenido celular de los gusanos mantenidos con E. coli está anormalmente menos oxidado que el contenido celular de los gusanos mantenidos con B. subtilis. Específicamente, descubrieron que E. coli produce de manera natural el potente antioxidante coenzima Q, mientras que B. subtilis no produce este antioxidante.
"Nuestros resultados indican que la microbiota intestinal puede afectar el proceso de envejecimiento del animal hospedador y detalla que, en el caso estudiado, el nematodo C. elegans vive considerablemente menos en presencia de una flora compuesta por E. coli que de una flora compuesta por B. subtilis debido al excesivo efecto antioxidante que la coenzima Q producida por E. coli genera", subraya Sánchez-Blanco.
Asimismo, el trabajo sugiere que el uso excesivo de antioxidantes podría causar el acortamiento de la vida, es decir, "un efecto exactamente contrario al comúnmente pensado. De hecho, la coenzima Q es un suplemento dietético habitualmente empleado por sus efectos antioxidantes", añade.