Desde Conexión Ingenieros entregan los siguientes consejos.
En más de una oportunidad te habrás enfrentando a la interrogante de saber si te están pagando bien o no en tu empleo. Y esto es absolutamente normal. De hecho, lo habitual sería consultar a los colegas del trabajo por este tema, como una manera de tener alguna referencia. Sin embargo, lo anterior no sucede generalmente.
Cristián Cofré, socio de Conexión Ingenieros, dice que las organizaciones también se ven enfrentadas a este cuestionamiento. “Como los sueldos están en la línea de costos de las empresas, evidentemente querrán que sean los menos posibles, pero también querrán profesionales que le agreguen valor y ojalá sean los mejores. Los mejores al menor precio, pero contentos para que idealmente se queden muchos años”, sostiene el ejecutivo.
Si bien reconoce que se trata de un problema difícil, asevera que las compañías disponen de varias herramientas para abordarlo.
“Muchas empresas compran un estudio de rentas, en el que dependiendo de su facturación y cantidad de personas se les da un rango de sueldos para los distintos niveles profesionales”, comenta.
¿Y qué hacen los trabajadores, por su parte? Cofr dice que estos no compran estudios de mercados y no les preguntan a sus colegas. No obstante, reconoce que sí- a veces- conversan con algunos amigos y algo de información pueden levantar, pero aclara que con una muestra tan pequeña no pueden quedar tranquilos, sobre todo si cambian de trabajo y deben enfrentar la pregunta tradicional sobre cuál es su pretensión de renta.
Dado que no es fácil solucionar esta asimetría de información, el socio de esta reclutadora plantea una alternativa que no depende de lo que ganen los demás, sino de cuál es el sueldo piso que debiera recibir un profesional o ejecutivo, considerando los siguientes factores:
- Lo mínimo que se necesita para vivir. Evidentemente la persona debe cubrir sus costos. Como los costos de ella se ajustan al ingreso, y éstos deberían ser crecientes en la carrera, entonces cada vez necesitará más. “Es decir, lo más probable es que durante el primer año de trabajo, un sujeto viva con mucho menos sueldo que cinco años después. Asimismo, es fácil saber cuánto es lo mínimo: luz, agua, hipoteca, etc.”.
- Lo mínimo extra para disfrutar otras cosas. Acá están las salidas a comer, viajes, hobbies, etc. “Al fin de cuentas, para muchas cosas se necesita dinero, pero no todos tienen el mismo nivel de gastos, ni lo aumentarían mucho más para estar contentos. Debe ser lo mínimo para estar bien”.
- Ahorro. Pensando en el largo plazo, esto se relaciona con cuánto sería lo que necesita juntar la persona mensualmente para cumplir ciertas metas de largo plazo como, por ejemplo, una casa de ciertas características o algún otro objetivo de vida.
En resumen, Cristián Cofré señala que el mínimo sueldo que debiera recibir la persona corresponde a la suma de las variables anteriores. Sin embargo, el especialista advierte que las condiciones del trabajo también son relevantes.
“Si el individuo se demora una hora en llegar al trabajo es distinto a si tarda sólo diez minutos. Los minutos de ambos viajes deben valorizarse también y negativamente. Lo mismo si se queda después de la hora, sin recibir sueldo extra. Él debiera descontar ese tiempo de su sueldo porque ese momento lo puede aprovechar con su familia, o haciendo otra cosa, y probablemente aquello valga mucho más que una hora de trabajo”, aclara.
También reconoce que pueden existir actividades beneficiosas para los empleados como son los días libres por cumpleaños, o la entrega de teléfono, auto o notebook; seguros y otras cosas valorables.
Teniendo en cuenta lo anterior, si el sueldo actual de un trabajador (renta bruta más bonos u otros ingresos distribuidos mensualmente, y más lo extra) es mayor o igual a su sueldo mínimo ideal, entonces él debiera estar contento, indistintamente de cuánto gane el resto. Si no es así, entonces este ejercicio puede ayudarle a encontrar el lugar donde debiera estar o enfocarse, por ejemplo, en la industria y las empresas que sí pagan esos sueldos y en los que tenga proyecciones crecientes.