Según estudio, el sistema nervioso de estas personas es más reactivo y poseen un cerebro hiperestimulado.
Ser inteligente puede significar importantes beneficios en diferentes ámbitos de la vida, sin embargo también podría representar un riesgo para la salud mental.
Eso es lo que sostiene una nueva investigación publicada en la revista científica Intelligence, la que afirma que quienes tienen un elevado coeficiente intelectual (C.I.), poseen un cerebro hiperestimulado -debido a que son más conscientes de su entorno-, lo que los haría más propensos a sufrir trastornos mentales.
Tal como recoge el portal especializado en temas científicos Science Direct, esto hace que el sistema nervioso de estas personas sea más reactivo. Dicho de otro modo, serían sujetos más nerviosos que el resto.
La doctora Nicole Tetreault, quien participó en el estudio, indicó que insultos menores pueden generar un estrés crónico de bajo nivel.
A juicio de la experta, cuando el sistema nervioso simpático se activa de manera crónica, se encuentra en estado continuo de lucha, huida o congelación, lo que provoca “una serie de cambios inmunológicos tanto en el cuerpo como en el comportamiento, estado de ánimo y funcionamiento que altera el cerebro”.
Para llegar a estas conclusiones, los especialistas encuestaron a 3.715 integrantes con un C.I superior a 130 puntos pertenecientes a Mensa, la asociación internacional de superdotados fundada en Inglaterra.
En el cuestionario, los participantes informaron sobre si habían tenido algún padecimiento mental o trastorno en el estado de ánimo, o si tenían problemas fisiológicos relacionados con alergias alimentarias o asma.
Según precisó el doctor Nicole Tetreault, co-autor del estudio, de esta manera descubrieron que un 20% de los miembros de Mensa tenían algún trastorno mental o fisiológico, mientras que la tasa en la población normal norteamericana es de un 10%.
Los autores del trabajo advirtieron eso si que el hecho de tener un C.I alto no necesariamente implica tener algún problema de este tipo.