Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.
Tecnologías nuevas van y vienen pero los rayos X descubiertos desde el siglo XIX se mantienen vigentes y han evolucionado a una fase digital donde las imágenes pueden ya no sólo ser impresas e interpretadas teniendo la placa en las manos, sino también vistas, almacenadas y compartidas a través de todo tipo de plataformas digitales.
A la imagenología médica le pasó lo que a la fotografía convencional: del uso de rollos para guardar las fotos pasamos al uso de memorias digitales que nos permiten una amplia flexibilidad. Igualmente, los rayos X caminaron en ese proceso digitalizador y pasaron de la imagen impresa a imágenes digitales de mayor calidad; ello les está permitiendo asumir un papel primordial hacia el futuro con el inevitable rumbo electrónico de nuestras historias clínicas.
La empresa líder en este rubro es Carestream Health, que hoy vende 2,500 millones de dólares como líder mundial en sistemas de imágenes médicas y dentales, así como de soluciones, insumos y equipo para capturarlas, almacenarlas y compartirlas.
Miguel Nieto recién asumió como director general de Carestream para México tras una carrera de 30 años en la compañía desde que formaba parte de Kodak Eastman, en el 2007 Carestream Health, que era el área de salud de Kodak, pasó a manos de la canadiense Onex Corporation.
En México, nos comenta Miguel Nieto, las perspectivas de Carestream son muy positivas, pues viene creciendo a doble dígito y así prevén continuar gracias principalmente a la instalación de plataformas tecnológicas y equipamiento en hospitales, así como al creciente manejo de imágenes médicas en la nube.
En rayos X hoy conviven tanto lo análogo como lo digital, y aunque el paciente no ve la diferencia, el proceso es distinto y para el médico es de lo más útil, pues tiene una imagen más nítida para el diagnóstico. Para ciertas especialidades, como oncología, la precisión es muy importante. Por ejemplo, para cáncer de mama es muy relevante que las mastografías sean lo más claras posibles para interpretarlas adecuadamente. Un problema es que en México no hay suficientes médicos radiólogos que interpreten las mastografías ni se gradúan los necesarios. La digitalización permite que la interpretación de las mastografías se pueda hacer a distancia, pues es posible transmitirlas vía digital.
Carestream Health está conectando la red de la cadena de análisis clínicos El Chopo con miras a tener centros de interpretación con pantallas de grado médico que podrán recibir imágenes de todas sus sucursales e interpretarlas a distancia.
El portafolio de una compañía como Carestream incluye aparte de todo lo relativo a placas de rayos X, equipos aplicados para otorrinolaringología, odontología y maxilofacial, así como aplicaciones específicas para veterinaria.
Entre los planes de Carestream Health en México está introducir nuevos equipos articulados como uno que permite tomar rayos X en movimiento. Es muy útil para ortopedia y medicina deportiva. En algunos países ya es usado por equipos profesionales de futbol americano o basquetbol para diagnóstico rápido en caso de lesiones durante los partidos.
También prevé lanzar un equipo de ultrasonido y otro de fluoroscopía, además de un kiosko de impresión de placas que opera como un cajero automático, ya que recibe pagos electrónicos y entrega los estudios médicos impresos. En China ya operan cientos de estos kioskos.
La imagenología también provee a sectores no menos interesantes como las cárceles para control de seguridad de los reos. Carestream tiene aplicaciones de rayos X para detectar fragilidad en maquinaria industrial o para pruebas no destruibles. Pero el rubro más importante y donde Carestream más crece es el de salud.