Ahora la cantante nos enseña cómo convertir la controversia en una victoria.
En la pasada edición de los premios Grammy, Taylor Swift ganó en la categoría “Álbum del año” por su disco 1989, pero más allá de este hecho, existe otro importante: el discurso que proclamó en la premiación es una lección para todos los empresarios.
¿Por qué? Esta vez, Taylor abordó el tema de convertir la controversia en una victoria, cuando dejó claro cómo logró pasar ante los ojos de la opinión pública de víctima de Kanye West -en los VMA Awards de 2009 y en una de sus canciones- a una contundente ganadora.
Si sólo te enfocas en el trabajo y no dejas que otras personas te desvíen, algún día cuando llegues a donde te diriges, verás a tu alrededor y sabrás que eras tú y las personas que te aman quienes te pusieron allí y ese será el sentimiento más grande del mundo”, dijo el pasado 15 de febrero.
¿Y esto cómo aplica a los empresarios y emprendedores?
Más allá de los sentimientos, lo que nos enseña Swift en su pequeño discurso es no dejarse llevar por los ataques o los chismes. Aunque la reacción inicial en una empresa es hablar sobre el tema y aclarar o desmentir, siempre guiados por lo que los asesores legales recomiendan, es bueno saber también que entre más se hable de una mentira, más cierta se vuelve.
Aunque no se dirigió de forma explícita a Kanye West, lo cierto es que el discurso tenía dedicatoria; sin embargo, supo jugar muy bien sus cartas:
Hablar en el momento correcto
Cuando todos le prestaron la mayor atención y cuando de verdad llegó al lugar adonde “se dirigía” (un premio como “Álbum del año”), de modo que su discurso empató con la realidad.
Puedes estar de acuerdo o no con su música o su forma de proceder, pero la realidad es que cuando entró al ojo público lo hizo bajo la forma de víctima y ahora es todo lo contrario.
Así que el consejo es que si te encuentras en medio de un escándalo o una calumnia, es posible usar la controversia para recordar a tu equipo lo que son y hacia dónde se dirigen, también es un buen momento para inspirar porque, como dice Taylor, es mejor enfocarse en el trabajo que en el debate que te rodea.