“No soy un periodista independiente, soy dependiente del rating”, reconoce el protagonista de la últina novela del escritor peruano.
Una llamada de una niña de 14 años cambia la vida exitosa del periodista peruano Juan Balaguer. Joven y talentoso, el profesional lleva una ascendente carrera en una reconocida cadena televisiva.
Soraya Tudela logra ubicar a Balaguer y contarle una historia que estalla en su cara: la adolescente le asegura que es hija no reconocida de Alcides Tudela, el candidato presidencial con mayor intención de voto para la próxima elección y el candidato favorito del dueño del canal donde trabaja el periodista.
Esa es parte de la trama de "La lluvia del tiempo", la última novela del escritor peruano Jaime Bayly, en la que se devela el laberíntico mundo del periodismo televisivo y su relación con el poder político, centrándose en las flaquezas, las rivalidades, los arreglos y las deslealtades existentes detrás de las cámaras.
El autor relata la historia secreta de las estaciones televisivas privadas de Perú, en las que no resulta extraño determinar el futuro de los políticos y del país. “No soy un periodista independiente, soy dependiente del rating”, reconoce Balaguer.
La prensa local coincide en que Bayly presenta una trama en la que los lazos y conexiones se rompen casi con la misma rapidez con la que se fraguan y las traiciones se suceden unas tras otras. "Siempre hay un video pornográfico en algún cajón para hundir la vida de alguien o un maletín lleno de dólares para comprar la voluntad de quien se cruce en el camino de los personajes", destaca un comunicado del sello Alfaguara en el que presenta la novela.
A la manera de una lluvia persistente, la historia de Bayley compara cómo la política y el poder corrompe y erosiona el carácter moral de sus personajes. Varios de los hechos que forman parte de la trama, conforman guiños y personajes que remiten a la historia reciente de Perú y sus escándalos.
Bayly nació en Lima (Perú) en 1965. Tras ejercer el periodismo diez años, inició su carrera de escritor en 1994 con "No se lo digas a nadie". Por lo general, sus historias cuentan con personajes entrañables o afiebrados, diálogos ágiles e intensos, excelente manejo de la acción y, sobre todo, un intenso sentido del humor.