Si bien cada cada mujer enfrenta de manera distinta la pérdida de capacidades reproductivas, experta mexicana propone una forma de comer que puede ayudar de manera general a enfrentar esta nueva etapa de vida.
Lo que popularmente se conoce como menopausia, los especialistas lo denominan climaterio. Es decir, los síntomas que manifiestan las mujeres entre 47 y 50 años en el proceso de pérdida de capacidades reproductivas y cuya magnitud son claramente variables entre cada una de ellas.
no de los aspectos que más preocupa en esta nueva etapa femenina es la calidad de vida. Los expertos subrayan que es un punto que sigue siendo muy bien estudiado, especialmente a través de cuestionarios o preguntas a cuyas respuestas se les va asignando cierto puntaje para tratar de cuantificar el impacto.
El climaterio (o menopausia) se expresa de manera distinta en cada caso. Se trata de síntomas que pueden aparecer y que, dependiendo de su intensidad, pueden alterar la cotidianeidad de las mujeres.
Mientras para algunas pueden ser profundos y constantes, para otras pueden ser absolutamente irrelevantes. No existe un patrón definido que determine eso, aunque probablemente haya una cierta tendencia familiar: si una madre tuvo un climaterio "florido" como dicen los especialistas, probablemente la hija también.
Un tratamiento médico integral y una actitud participativa de la paciente y su entorno entregan buenas perspectivas al tratar este tema. En ese sentido, las terapias hoy se adaptan a la realidad de cada paciente, no existen fórmulas generalizadas.
Y si a ello se suma, por ejemplo, la participación de la pareja en términos de apoyo y contención, los resultados son profundamente positivos. Una vida normal es posible. Hay que considerar que hoy la población vive más años, lo cual enfatiza la necesidad de ampliar los aspectos de lo que se entiende por calidad de vida.
En esta etapa femenina se produce un evidente descenso de la producción hormonal en los ovarios, especialmente estrógeno y progesterona, vitales en la reproducción. Debido a esto, las mujeres pierden músculo y aumenta la grasa corporal, principalmente en el área abdominal.
Como el músculo es la masa metabólicamente activa, al perder músculo se ralentiza el ritmo metabólico y se pierde menos energía. El estilo de vida también contribuye: en general las mujeres a partir de los 50 años tienden a ser menos activas y comer más calorías de las que necesitan.
El aumento de peso está relacionado con problemas de salud como colesterol alto, hipertensión y resistencia a la insulina que facilita el desarrollo de diabetes. También aumenta el riesgo de cáncer de mama con el aumento de peso. Si se suben más de 10 kilos después de la menopausia, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama en un 20%. Y, al contrario, si se pierde peso el riesgo de cáncer de mama disminuye.
Ante eso, desde hace algún tiempo se ha dado a conocer la propuesta de la reconocida nutricionista mexicana Blanca Topete, quien desarrolla una dieta que busca evitar una crisis metabólica durante la menopausia.
Se trata de ocho pasos que apuntan a mantener un equilibrio alimenticio y una buena obtención de nutrientes, en una fase que se requiere mucho de ambos aspectos.
1- evitar alimentos procesados y optar por los naturales.
2- aumentar el consumo de vegetales, frutas y cereales integrales.
3- consumir pescado, atún, sardinas o salmón 1 ó 2 veces por semana.
4- incluir 2 a 3 lácteos desnatados al día para un buen aporte de calcio.
5- evitar platos fritos y optar por cocciones ligeras como horno, plancha, vapor, parrilla, etc.
6- controlar el consumo de grasas animales y dar preferencia a las grasas vegetales como aceite de oliva, frutos secos, palta.
7- moderar el consumo de azúcares simples, postres y dulces.
8- contemplar la posibilidad de introducir soja y sus derivados en la dieta, son ricos en estrógenos vegetales que pueden ayudan a atenuar los síntomas de la menopausia.