El liderazgo de la compañía será tomado por Emma Walmsley el 1 de abril, quien ya contrató a Luke Miels de AstraZeneca como jefe de productos farmacéuticos.
Reuters. Emma Walmsley, CEO entrante de GlaxoSmithKline, se hará cargo de la mayor farmacéutica de Gran Bretaña en un momento difícil, pero también hereda la flexibilidad para hacer tratos y tomar decisiones clave sobre los nuevos medicamentos.
Sólo cuatro días antes de que Walmsley entre en el cargo el 1 de abril, los reguladores estadounidenses podrían aprobar la primera versión genérica sustituible de la droga pulmonar inhalada Advair de GSK, que ha recaudado más de US$ 1.000 millones cada año desde 2001.
Se espera que Walmsley presente formalmente su visión estratégica para la compañía en el verano del hemisferio norte.
Los inversionistas, sin embargo, obtendrán una indicación de cómo ella ve la amenaza de Advair el miércoles 8 de febrero, cuando GSK de su perspectiva 2017 junto con ganancias del año completo. Mientras que Walmsley no estará en la llamada de resultados, ella ha estado estrechamente involucrada en las previsiones.
La navegación de GSK a través de la pérdida de Advair, suponiendo que los genéricos estadounidenses son aprobados, es el desafío más grande a corto plazo y exigirá un fuerte enfoque en mantener el impulso de ventas para los nuevos respiratorios Brek, Anoro, Incruse y Nucala.
Otros obstáculos por venir incluyen intentar mejorar el relativamente débil crecimiento farmacéutico de GSK en un momento en que el presidente estadounidense, Donald Trump, critica los altos precios de los medicamentos en su mercado más grande.
Se puede argumentar que está mejor colocada que algunos para sobrellevar esta presión, dada su estrategia de alto volumen y bajo margen establecida por el CEO saliente Andrew Witty en un momento en que gran parte de la industria estaba enfocada en costosos medicamentos para enfermedades raras.
Un sólido negocio de salud para el consumidor, liderado por Walmsley desde 2010, que vende todo, desde analgésicos a pasta dental, ha añadido estabilidad, mientras que una libra débil ha proporcionado una ganancia inesperada.
Eso ha ayudado a alejar los temores sobre los pagos de dividendos y ha aumentado el margen para las adquisiciones, con los analistas de Goldman Sachs citando la "asignación de capital en crecimiento" como una opción estratégica clave para Walmsley.
Un gran negocio podría ocurrir el próximo año si Novartis opta por vender su participación minoritaria en el negocio de consumo de GSK.
Decisiones de I+D
Al mismo tiempo, hay importantes decisiones que se deben tomar en la división farmacéutica clave, que aún representa casi el 70% de los beneficios de explotación, a pesar de la reciente expansión de las vacunas y la salud de los consumidores.
GSK espera obtener importantes resultados de ensayos clínicos en alrededor de 25 productos en desarrollo en los próximos 18 a 24 meses.
"El gran generador de valor para la compañía va a obtener un rendimiento decente de ese conjunto de datos y luego tomar decisiones exquisitamente buenas sobre la priorización", dijo Witty a Reuters en una entrevista reciente.
Con experiencia en champú y cosméticos, después de 17 años en L'Oreal, la experiencia de Walmsley está lejos del laboratorio, aunque ha realizado un curso intensivo de investigación y desarrollo farmacéutico desde septiembre, según los expertos de la compañía.
Ella necesita ponerse al día mientras GSK encabeza un período de intensificación de la actividad de I+D, que podría llevar a esa línea a convertirse en una parte más importante de su caso de inversión.
Significativamente, la primera decisión de nombramiento de Walmsley como CEO designada fue contratar a Luke Miels de AstraZeneca como jefe de productos farmacéuticos, convirtiéndolo en su principal teniente farmacéutico junto al jefe de investigación de GSK, Patrick Vallance.
"Ella y Luke y Patrick van a abrir los sobres juntos, tomar las decisiones y luego vivir con ellas. Tendrán un equipo que será responsable desde el principio", dijo Witty.
Mientras tanto, la principal prioridad de GSK es continuar con el impulso del negocio de medicamentos de base, que ha disfrutado de fuertes ventas de medicamentos contra el VIH, pero pronto podría enfrentar la competencia de un nuevo fármaco de Gilead.
A pesar de la amenaza inminente a Advair de genéricos baratos, los datos de Thomson Reuters muestran que los analistas esperan que las ganancias de GSK suban constantemente en los próximos tres años, dejando poco espacio para los errores.