Lo primero que se nota al montar la moto es el cambio de postura, al más puro estilo de una custom-cruiser.
Una característica importante de la moto de tres ruedas Can·Am Spyder F3 S es que reúne lo mejor de dos mundos: las motos y los autos deportivos.
Actualizada en relación al modelo anterior, la esta nueva versión luce más robusta. Su desplazamiento en la ciudad asemeja a un tiburón blanco en el mar, entregando potencia, fuerza y agilidad. Las luces LED diurnas sobre los tapabarros y su look futurista, completan un cuadro claramente atractivo.
La luz de posición en dos focos redondos (sello de las Can·Am) y luces altas en forma rectangular, que asemejan a un ceño fruncido, más la grilla de grandes dimensiones, refuerzan la idea de andar sobre un depredador del asfalto.
En cuanto al motor, se trata de un modelo generoso en potencia y torque, que se traduce en positivos datos:
- Potencia: 115 hp @ 7.500 rpm
- Torque: 130 Nm @ 5.000 rpm
- Velocidad máxima de 200 km/h
- Aceleración de 0 a 100 en 4,7 segundos
Para acoplar el motor a la tracción (rueda trasera) la Spyder cuenta con una transmisión semi-automática del tipo Tiptronic y se manipula con dos palancas ubicadas en la empuñadura izquierda (estilo paddle-shift). Con la palanca frontal se suben marchas y con la otra se bajan. Sin embargo, basta con frenar y la acción de rebajar cambios se hace de manera automática y muy precisa.
La reversa es un botón grande que se opera con el pulgar al mismo tiempo que se oprime la palanca que disminuye las marchas. Quizás el único pero es el engrane en primera, con el acostumbrado “clac” de las motos, pero el resto de marchas pasan como el agua entre los dedos, una seda.
Lo primero que se nota al montar la moto es el cambio de postura, al más puro estilo de una custom-cruiser. Se va más erguido y levemente más reposado. Sin embargo, el sistema permite modificar la ubicación de los pedales y el manillar a gusto del usuario.
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