Las grandes firmas del “fashion style” apuntan a que este será un año para revolucionar la moda, gracias a algunas tendencias que actualmente detonan con impacto al mercado de los consumidores.

 

La inclinación es hacerle más fácil la compra a los consumidores, pero también que estos tengan nuevas experiencias a la hora de elegir sus productos. La tecnología, la conciencia social y los íconos de estilo han llegado para quedarse.

 

 

El mundo virtual gana terreno en el sector de la moda. Las redes sociales son el canal más influyente para que las compañías de ropa, calzado y accesorios distribuyan sus productos. Los blogueros y celebridades se convierten en aliados para las campañas de difusión en línea, llegando a muchas personas en corto tiempo. 

 

 

El mercado de ropa y accesorios está ganando fuerzas en el comercio electrónico. En la región aún no podemos ver el desarrollo de este rubro, sin embargo el potencial de crecimiento es grande. En Estados Unidos y algunos países europeos las ventas del producto moda por internet son casi elementales. Las tiendas en línea están dotadas de plataformas especializadas con descripciones de los productos, color, talla, diseños, texturas, estampados, etc.

 

 

La moda de bajo costo se convierte en una estrategia que impacta a las firmas a escala mundial. Los consumidores prefieren comprar prendas a precios más bajos para atestar su guardarropa. Aunque el factor calidad se aleja cada vez más del ideal, debido a que el valor agregado de las compañías de ropa es la actualización constante de las piezas.

 

 

La creación de espacios de compras amigables para los consumidores es una de las tendencias que crece cada vez más, pasillos espaciosos, prendas colocadas estratégicamente, conjuntos de ropa sugeridos para los clientes, uso de tecnología para la verificación de existencias, iluminación adecuada y factibilidad en el proceso de compra son algunos de los elementos claves.

 

 

Producir prendas, calzados y accesorios que preserven los recursos naturales y transmitir esa forma de posicionamiento en los consumidores es uno de los nuevos desafíos de las compañías de moda. Se debe considerar cómo se desarrolla la cadena productiva y las condiciones de manufactura. Otro de los factores que se está considerando mucho es el reciclaje de prendas, también la personalización de piezas cada vez gana terreno.

 

 

En muchos países como en la región las estaciones no están definidas, hace calor y frío en cualquier época del año, por ello, las prendas atemporales están ganando más mercado y pueden ser utilizadas en cualquier momento.

 

Carlos Eduardo Paredes/ El Economista.net