Según el cofundador, la producción habría copiado la estatua de Baphomet del templo.
El viernes 26 de octubre se estrenó en Netflix El mundo oculto de Sabrina (Chilling Adventures of Sabrina), la nueva serie basada en el personaje de Sabrina de la empresa Archie Comics.
Esta producción está basada en una línea de cómics homónima que comenzó a publicarse en 2014 y que tenía un giro hacia el horror respecto a la historieta original iniciada en los 60, que inspiró el show noventero.
En esta historia, Sabrina es una joven única porque es mestiza, pues su padre era brujo y su madre mortal, un tipo de relación que está terminantemente prohibida entre los hechiceros.
La adolescente está a punto de cumplir 16 años y, cuando llegue su cumpleaños, tendrá que decidir si quiere realizar su Bautizo Oscuro para convertirse en una verdadera bruja, o si quiere ser una mortal común y corriente.
No obstante, a pesar del poco tiempo que lleva en pantalla, la serie ya ha debido lidiar con los primeros problemas.
Esto, luego que las autoridades de El Templo Satánico, ubicado en Massachussets, anunciaran una demanda en contra de la producción de Netflix, acusándola de “plagio”.
“Sí, estamos tomando medidas legales en contra de El Mundo Oculto de Sabrina debido a que se apropiaron de nuestro diseño de monumento con derechos de autor para promover su estúpida ficción satánica”, señaló en su cuenta de Twitter Lucien Greaves, co-fundador del templo.
Según recoge el sitio Teen Vogue, Greaves afirma que en la serie aparece una estatua dedicada al “Señor de la Oscuridad”, la que sería idéntica a la que ellos tienen de Baphomet, registrada como propiedad de su templo.
El co-fundador del templo precisó que no buscan recompensa económica, sino que simplemente quieren que la serie elimine la estatua.
Además, Greaves aseveró que El mundo oculto de Sabrina muestra una versión negativa de Satán y del satanismo en general. Por el momento Netflix no se ha referido a esta acusación.