En Venezuela, la experta Alba Guerrero lleva cinco años desarrollando un exitoso trabajo a base de artes escénicas con niñas y jóvenes con Síndrome de Down y otras discapacidades.
Alba Guerrero es una fisioterapeuta que asiste cada quince días a un salón de danza ubicado en la avenida 4 de mayo de Caracas para realizar una hermosa labor de voluntaria de la Fundación Esfuerzo y Éxito. Se trata de una iniciativa llevada adelante por madres preocupadas por brindar a sus hijos con necesidades especiales, la oportunidad de desarrollarse en disciplinas artísticas, deportivas y culturales.
Hace cinco años Alba Guerrero comenzó su labor como voluntaria y en busca de brindar nuevas alternativas incorporó a sus terapias el "psico ballet", metodología de aprendizaje que permite a personas con alguna discapacidad desarrollar su imaginación, creatividad y concentración.
Guerrero trabaja con un grupo de niñas y jóvenes con Síndrome de Down y otras discapacidades, plenamente integradas con niñas regulares. “A través del entrenamiento he logrado mejorar sus potencialidades en cuanto a movimiento lo cual también influye en la conducta y destrezas para su buen manejo social. Ellas logran expresarse y participar creativamente en el proceso que estamos desarrollando”, asegura la experta.
El psicoballet trabaja con las artes escénicas, entregando herramientas para que las personas con alguna discapacidad desarrollen facetas que ellos mismos desconocían. Es muy importante que comprendan que pueden hacer más cosas de las que se imaginan y que descubran el poder de la superación.
Para Alba Guerrero lo más importante es comenzar el trabajo con los padres desde el mismo momento del nacimiento del niño. Actualmente dicta un diplomado para el Neuro-desarrollo en la UDO y trabaja en la unidad de cuidados intensivos neonatal, con los padres de niños que nacen con algún tipo de discapacidad.
“Mi oportunidad de trabajar con los bebés me da chance de decirle a los padres que tienen un hijo maravilloso, que deben participar en el desarrollo y no ser pasivos, tienen que ser emprendedores sociales para impulsar el desarrollo y el bienestar de sus hijos. Les doy una visión en positiva y trato de lograr un enlace entre los padres y el bebé porque a veces ellos mismos sienten un rechazo o sobreprotección”, explica.
"Es muy importante darles oportunidades y crear espacios para que se desarrollen y aprendan nuevas cosas, incluso trabajar y contribuir en nuestra sociedad. Como sus habilidades muchas veces son artísticas y deportivas, allí es que tenemos que reforzar. En estos cinco años que llevo con el "psico ballet" me he sorprendido con los logros que han alcanzado", enfatiza la experta venezolana.