A medida que el mundo se apresura a identificar vacunas y terapias seguras y eficaces para contrarrestar la epidemia, la atención se centra en la fabricación de estos productos a gran escala.
La producción masiva y rápida de vacunas para combatir COVID-19 requerirá que las empresas compartan conocimientos técnicos no sólo sobre qué fabricar, sino también sobre cómo hacerlo, escriben el investigador Nicholson Price, de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, y sus colegas en un Foro de Políticas de la revista 'Science'.
Citan como ejemplo la reciente aprobación concedida por el Departamento de Justicia de Estados Unidos a seis empresas farmacéuticas para intercambiar "información técnica" sobre los procesos de fabricación relacionados con los candidatos a anticuerpos monoclonales (mAb), lo que podría allanar el camino para la normalización de la fabricación de productos biológicos en el futuro.
A medida que el mundo se apresura a identificar vacunas y terapias seguras y eficaces para contrarrestar la epidemia de COVID-19, la atención se centra en el siguiente paso: la fabricación de estos productos a enorme escala.
Esto podría requerir, en algunos casos, que las empresas elaboren productos originalmente desarrollados por otras firmas, en cuyo caso es posible que necesiten conocer los métodos de fabricación de esa empresa. Sin embargo, por innumerables razones, las patentes de productos como las vacunas a menudo no revelan la información de fabricación necesaria.
"Mantener el secreto generalizado para la fabricación de las vacunas COVID-19 durante la pandemia podría causar un fracaso dramático", alertan Price y sus colegas. A su juicio, la información relevante para una ampliación rápida y efectiva debe estar disponible fácilmente.
Especialmente cuando los productos que se fabricarán en última instancia a escala son aún no identificados, se debe prestar atención a esfuerzos más amplios para garantizar su eventual escalabilidad. Los autores reconocen que la transferencia de conocimientos puede no ser trivial, incluso en los casos en que los conocimientos no se han codificado.
Sin embargo, varias entidades podrían facilitar este tipo de transferencia de conocimientos, dicen, entre ellas las organizaciones internacionales existentes y los gobiernos nacionales.