La tecnología está siento utilizada para distraer a los pacientes, permitiendo utilizar solo anestesia local donde antes se utilizaban potentes sedantes y analgésicos.
El Observador. Ana María nunca estuvo en Machu Picchu. Con 61 años, siempre quiso visitar las ruinas, pero ella sufre de hipertensión y los médicos advirtieron que la altitud extrema podría causar que su presión arterial se eleve peligrosamente. Pero hoy, vestida con una bata blanca y una redecilla en la cabeza, explorará sus antiguos muros y pirámides por primera vez.
Ella está en una clínica privada en la Ciudad de México, y se ríe nerviosamente al entrar en la sala de operaciones. El cirujano dibuja un círculo grande en el muslo izquierdo, pinta varias capas de yodo, luego inyecta un anestésico local en la piel. Dentro del círculo hay un bulto graso, un lipoma de alrededor de seis centímetros de diámetro, que está a punto de eliminar.
Ana estará despierta durante la operación. Mientras el cirujano prepara su bisturí, su presión arterial está más alta de lo normal. Los pacientes sometidos a este tipo de procedimiento tienen que ser sedados para hacer frente al dolor y la ansiedad de estar bajo el cuchillo pero hoy, José Luis Mosso Vázquez, que supervisa la operación, ajusta un visor sobre los ojos de Ana.
El cirujano hace su primer corte, pero Ana lo ignora. Ella está inmersa en una recreación tridimensional de Machu Picchu.
Alternativa a las drogas
Mosso es cirujano en la Universidad Panamericana de Ciudad de México y está en una misión para llevar la realidad virtual a la sala de operaciones, utilizando esta técnica tecnológica de distracción para realizar cirugías que normalmente requieren potentes analgésicos y sedantes, con nada más que anestésico local. Trata de demostrar que la reducción de las dosis del fármaco no sólo reduce los costos para los hospitales, sino que también reduce las complicaciones y los tiempos de recuperación.
En este caso, Mosso espera que la realidad virtual ayude a Ana a evitar la medicación innecesaria, pero preparó una vía intravenosa por si ella se pone ansiosa durante la cirugía y está listo para administrarle anestesia si es necesario.
El cirujano saca un globo de tejido perlado del muslo de Ana y cose la herida. El procedimiento tomó solo 20 minutos, y Ana es toda sonrisas en agradecimiento al equipo. Debido a la realidad virtual, dice, apenas notó el bisturí cortándola: "Normalmente estoy muy estresada, pero ahora me siento muy, muy relajada".
Los monitores respaldan su historia. A lo largo de la cirugía, su presión arterial, de hecho, disminuyó.
Inspiración en los juegos
En 2004, Mosso compró un juego de Spiderman para su hijo. El juego involucraba imágenes proyectadas sobre una pantalla montada en la cabeza, una forma temprana de la realidad virtual. A Mosso le llamó la atención lo sumergido en el juego que estaba su hijo. "Su mamá lo llamó para ir a cenar y él no la escuchó. Pensé, ¿y si yo uso esto en un paciente?", dijo.
Mosso comenzó a usar el juego durante endoscopias digestivas, en las que se inserta un tubo flexible con una cámara en el extremo a través de la garganta de un paciente hasta su estómago. La experiencia puede ser desagradable y angustiante. Los pacientes a menudo requieren sedación, pero Mosso los animó a jugar el juego de Spiderman en su lugar, para distraerse.
Mosso pidió a los pacientes que puntuaran su dolor y ansiedad durante el procedimiento y en 2006 presentó sus resultados en la conferencia "Encuentro de la Medicina con la Realidad Virtual" en California. La idea de utilizar realidad virtual para reducir la angustia de los procedimientos médicos fue iniciada en la Universidad de Seattle, Washington, donde el psicólogo cognitivo Hunter Hoffman y sus colegas desarrollaron un juego de realidad virtual llamado SnowWorld, para ayudar a los pacientes a soportar el tratamiento de quemaduras graves.
Los investigadores esperaban que la ilusión de estar inmerso físicamente en un lugar distinto alejaría la atención de los pacientes de su dolor. Funcionó: el equipo de Hoffman ya ha demostrado en ensayos que SnowWorld reduce el dolor de los pacientes durante las sesiones de cuidado hasta en un 50%, así como la actividad cerebral relacionada con el dolor.
Mosso comenzó a utilizar la realidad virtual en más situaciones, desde el parto hasta la recuperación de la cirugía del corazón. Se ayudó a relajar a los pacientes en todos los ámbitos, pero algunos de sus resultados más exitosos fueron en procedimientos como la eliminación de lipomas, quistes y hernias, durante los cuales los pacientes están despiertos, pero a menudo anestesiados. Usó un escenario virtual llamado Enchanted Forest, en el que los usuarios pueden explorar bosques. El mundo virtual tiene que ser relajante, dice Mosso. Un juego de disparos podría aumentar el riesgo de hemorragia no controlada si la emoción aumenta la presión arterial de los pacientes.
La realidad virtual está siendo estudiada por equipos en todo el mundo para aliviar el dolor en situaciones médicas. Pero Mosso sigue siendo el único investigador en tener resultados publicados sobre su uso durante la cirugía. En un estudio de 140 pacientes se encontró que los que utilizaron realidad virtual reportaron un 24% menosde dolor y ansiedad que el grupo de control. Se obtuvieron resultados similares en un ensayo aleatorio pequeño.
Otros beneficios
Ofrecer realidad virtual a pacientes también redujo a la mitad la cantidad de sedación que necesitaban, y en muchos casos evitó su uso por completo. Se estima que esto reduce el costo de la cirugía en un 25%, a pesar de que aún no analizó los datos para dar una cifra exacta. Cortar las dosis del fármaco también reduce los riesgos de complicaciones y tiempos de recuperación de los pacientes. Mosso está planeando más ensayos para probar esto, pero, en general, los pacientes pueden volver a casa una hora después de la cirugía si sólo reciben anestesia local, mientras que los que tienen anestesia general necesitan un día entero.
Mosso realizó ya más de 350 cirugías utilizando realidad vitual, y dice que le encantaría ver que se utilice como un componente rutinario para el alivio del dolor en los quirófanos. Presentada junto con la medicación, piensa que la tecnología podría transformar cómo los pacientes son tratados durante varios procedimientos, pero que podría ser más que una alternativa a la sedación. Podría ayudarlo a llevar la cirugía a pacientes que no pueden ser sedados o donde no hay hospitales en absoluto.
Mosso ha recopilado datos sobre todos los tipos de operaciones que llevó a cabo, y espera que sus experiencias fomenten el uso de la realidad virtual para ayudar a pacientes en otras comunidades de escasos recursos en todo el mundo. El costo de los visores de realidad vitual era prohibitivo, pero en los últimos años, el lanzamiento de dispositivos baratos, como el Samsung Gear VR (que cuesta menos de US$ 150) e incluso el Google Cardboard (US$ 10), así como el número cada vez mayor de mundos virtuales disponibles libremente en internet, han transformado el acceso a la tecnología. "Cuando comenzamos, la realidad vitual era cara, difícil de conseguir y difícil de instalar", dice Mosso. "Hoy en día, todo el mundo puede utilizarla".