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La silenciosa e incómoda fibromialgia tiene tratamiento
Martes, Enero 27, 2015 - 10:04

Expertos llaman a las personas que experimenten algunos de sus síntomas a buscar ayuda médica. No se debe sufrir en silencio: aunque no se puede curar, existen formas médicas para anfrentarlo.

Entre el 2% y el 4% de la población del mundo sufre una enfermedad escondida y que ha tenido un alza importante en las últimas décadas: la fibromialgia. Los médicos la definen como una condición debilitante y que produce cansancio, dolor y rigidez en el cuerpo.

La Organización Mundial de la Salud no la reconoce como enfemedad sino hasta el año 1992. Y el Colegio Americano de Reumatología ha establecido dos grandes criterios para su diagnóstico: haber tenido al menos tres meses de dolor de origen inexplicable y generalizado en todo el cuerpo, y por lo menos 11 a 18 puntos sensibles en lugares específicos del cuerpo.

Su perfil de síntomas incluye cinco aspectos identificatorios:

-Las personas con fibromialgia tienen varios puntos hipersensibles en el cuerpo, casi siempre en áreas como el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas.  Basta un toque ligero o una presión leve para que les cause dolor.

-El dolor va acompañado de otros síntomas, como dificultad para dormir, rigidez del cuerpo al levantarse y sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies.

-También sufren de dolores de cabeza, períodos menstruales dolorosos y dificultad para concentrarse y con la memoria.

- Otro síntoma característico es el cansancio continuo, especialmente al levantarse a pesar de haber dormido bien.

- Además, pueden sufrir ansiedad, depresión y trastornos en el tracto digestivo.

Sin causas exactas hasta el momento, lo cierto es que miles de personas viven con fibromialgia sin saberlo. Lo que sí se sabe es que existen factores con los que se asocia: algunas personas comienzan a experimentar los síntomas después de haber tenido lesiones recurrentes, de haber vivido un evento traumático, como un accidente automovilístico o que les haya causado un gran impacto emocional y que algunas infecciones parecen desencadenar o empeorar la condición.

Sin embargo, también hay casos en que puede presentarse por sí sola, sin ningún precedente.

Suele ser más frecuente en las mujeres (las afecta en un 80% a un 90% de los casos) y, por lo general, se manifiesta en la edad adulta, aunque también existen niños que la padecen.

Se diagnostica con frecuencia en personas que ya exhiben otras condiciones como la artritis reumatoide, el lupus (eritematoso sistémico) o la espondilitis anquilosante (artritis espinal), así como en las que tienen algún familiar con la enfermedad.

El tratamiento de la fibromialgia debe estar a cargo, principalmente, de un reumatólogo, pero un médico de cabecera o un médico internista también están en condiciones de tratarla.

Uno de los caminos más usados para hacerle frente constan de una combinación de medicamentos para aliviar los síntomas: analgésicos para el dolor, medicamentos anti inflamatorios no esteroides o aspirina; antidepresivos y algunos medicamentos que se utilizan contra la epilepsia, que enfrenta el dolor en las terminaciones nerviosas de las extremidades.

A eso se suma una terapia física, basada en ejercicios de estiramiento y de relajación como el yoga o Pilates. Por supuesto debe incluirse una alimentación sana y balanceada, junto a descanso adecuado.

Expertos llaman a las personas que experimenten algunos de estos síntomas a buscar ayuda médica.  No se debe sufrir en silencio y aunque no se puede curar, existe tratamiento.

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