Hasta el domingo 7 de junio permanece en el importante centro cultural neoyorkino la muestra que busca resumir el universo creativo de la artista.
Una de las principales características de la cantante islandesa Bjork durante poco más de dos décadas es su valentía por recorrer nuevos caminos de experimentación sonora.
Esa es una de las principales razones por las que el Museo de Arte Modeno de Nueva York (MoMA) la invitó a que formara parte de sus exposiciones permanentes desde marzo de este año hasta este domingo 7 de junio.
La idea ha sido adentrarse en el universo creativo de la artista tanto con su música, fotografías, videoclips y hasta los instrumentos musicales creados ex profeso para la gira de 2Biophilia2, como un arpa gravitatoria o un "gameleste", mezcla de gamelan y celesta.
A ello se suman los robots del videoclip "All is full of love", creados por Chris Cunningham, o el vestido de cisne que la cantante lució en los premios Óscar de 2001.
En términos de orden, la exposición se estructura en dos plantas: el piso superior alberga un sistema interactivo que repasa la trayectoria creativa de la artista y el inferior presenta su último trabajo musical "Vulnicura", con su canción y videoclip "Black lake", pieza de diez minutos con los paisajes islandeses como fondo.
La exposición presenta una cronología de sonidos, videos, objetos, instrumentos, trajes e imágenes que permiten a los vistantes sumergirse en el especial mundo de la artista, desde su primer álbum, “Debut”, publicado en 1993, hasta su último y ya mencionado trabajo.
Esta retrospectiva es resultado de la colaboración entre Björk y el curador Klaus Biesenbach.
“No quería presentarla como si fuese una artista visual. Ella es cantante, se dedica a la música, por ello todo lo que es visual en la exposición tiene diferentes autores. Cada fotografía ha sido realizada por un fotógrafo, cada película por un director de cine, la arquitectura por un arquitecto. Ella no es escultora, no es pintora. Todo tiene un autor diferente”, explica Biesenbach.
"Songlines", en tanto, es una experiencia sonora que permite un recorrido cronológico por los videos musicales de la artista, su proceso creativo, objetos personales y los diferentes personajes que ha ido creando para sus discos.
“Hemos diseñado un viaje sonoro, cuya estructura son sus ocho discos como solista", precisa Biesenbach.
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