Se trata de un aparato hexagonal, de siete metros de alto con un armazón exterior compuesto de paneles metálicos, que funciona como un filtro gigante.
Deutsche Welle. Se parece un poco a una nave espacial del futuro. Una torre hexagonal, de siete metros de alto con un armazón exterior compuesto de paneles de metales brillantes, ha aterrizado en el medio de un parque urbano. Sin embargo, su propósito es bastante terrestre. La torre libre de esmog es esencialmente un filtro de aire gigante.
"Quería crear una burbuja de aire limpio donde la gente pueda pensar, encontrarse y trabajar juntos sobre cómo crear una ciudad entera libre de esmog”, explicó el diseñador holandés Daan Roosegaarde. "Lo diseñamos como un templo, como una clase de santuario de aire limpio”.
Detrás del metal brillante del armazón de este santuario, se encuentra un gran purificador de aire altamente eficiente que absorbe el aire del ambiente y elimina prácticamente todos los contaminantes, incluyendo las partículas ultra finas. Puede filtrar 30.000 metros cúbicos de aire por hora. Como resultado, el aire de los alrededores de la torre es un 75% más limpio que el del resto de la ciudad. Y de promedio utiliza cerca de la misma cantidad de electricidad que la caldera de una casa.
Aunque el hogar inicial de la torre fue un césped justo fuera del estudio de diseño de Roosegaarde en Rotterdam, la idea siempre fue que el proyecto viajara. "La podemos desmontar, empacarla en un contenedor e instalarla en una semana”, dice Roosegaarde.
El primer viaje de la torre fue a un lugar demasiado conocido por su contaminación atmosférica: la capital de China, Beijing. La torre llegó a finales de septiembre y durante 41 días estuvo limpiando el aire de la ciudad. Ahora se embarcará en un recorrido de ciudades a lo largo del país.
Suciedad preciosa
Teniendo en cuenta que la torre libre de esmog filtra el aire tan eficientemente, la pregunta a continuación es qué se hace con toda la suciedad que acumula. Roosegaarde pensó sobre este aspecto al inicio del proyecto. "En el futuro, no deberían existir los residuos”, dice. Por lo que él y su equipo lanzaron una idea inusual: comprimieron las finas partículas durante 30 minutos y las usaron en joyería.
Roosegaarde acudió a la plataforma de micro mecenazgo Kickstarter para financiar su torre libre de esmog. Los anillos y gemelos todavía se pueden adquirir. Como la torre ya ha sido construida, ahora las ganancias se destinarán para financiar sus viajes alrededor del mundo.
Después de todo, nunca fue la intención que la torre libre de esmog sola limpiara todo el aire. En su lugar, pretende inspirar a las personas a iniciar el cambio. "Mi sueño es tener un nuevo derecho humano”, dice Roosegaarde, "el derecho al aire limpio”.