El contacto se da en un escenario en el que el gigante suramericano ha aumentado su peso como potencia agrícola.
Representantes de la Unión Europea se han puesto en contacto con el Gobierno de Brasil para tratar de reavivar las negociaciones con el bloque sudamericano del Mercosur sobre un acuerdo comercial estancado, dijeron a Reuters dos fuentes con conocimiento directo del asunto.
El contacto se produce en un contexto de rápidos cambios en las cadenas de suministro globales a raíz de la pandemia del COVID-19 y la guerra de Ucrania, que han aumentado la influencia de Brasil como potencia agrícola, según un responsable brasileño que habló de forma anónima debido al carácter confidencial de las conversaciones.
Desde 2021, la UE ha propuesto una carta adjunta al acuerdo para incluir garantías sobre el medio ambiente, preocupaciones desencadenadas por el aumento de la deforestación en la Amazonia que han sido achacadas internacionalmente al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
Este punto, sin embargo, aún no ha sido redactado.
Hace dos semanas, responsables de los ministerios brasileños de Economía y de Relaciones Exteriores mantuvieron una conversación preliminar con enviados de la UE, estando prevista una nueva reunión a finales de septiembre para perfilar nuevas conversaciones, dijo la fuente.
"Esta discusión fue enterrada. Volvieron a discutir el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea precisamente porque necesitan productos agrícolas, minerales y energéticos. Ya no pueden contar con Rusia, existe el problema de la interrupción de la cadena de suministro, la excesiva dependencia de Asia", dijo la fuente.
Un diplomático europeo confirmó a Reuters la reanudación de los contactos para poner en marcha una nueva ronda de conversaciones sobre el acuerdo del Mercosur, cuya negociación ha durado dos décadas y que crearía el mayor mercado libre del mundo en términos de población.
Según la fuente brasileña, los europeos están interesados en internalizar el acuerdo y las dos partes de la mesa discutirán ahora los términos, con la carta adjunta sobre la preservación del medio ambiente prevista para finales de este año.
Las negociaciones del pacto comercial entre la UE y el bloque del Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, concluyeron en 2019, pero las preocupaciones ambientales provocaron resistencia a la aprobación del acuerdo por parte de las legislaturas de los Estados miembros de la UE.
El intento de reanudar las conversaciones se produce a dos meses de las elecciones en las que Bolsonaro se enfrenta al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien está a favor de reabrir las negociaciones para añadir disposiciones sobre el medio ambiente, pero también sobre los derechos humanos y la transferencia de tecnología.
Los colaboradores de Bolsonaro dicen que el acuerdo no debe reabrirse.
El mes pasado, la eurodiputada Anna Cavazzini y otros dos legisladores del grupo de Los Verdes/ALE visitaron Brasil para evaluar la amenaza que supone para la Amazonia la extracción ilegal de oro y la tala de árboles que ha aumentado bajo el mandato de Bolsonaro. La eurodiputada dijo a Reuters que las preocupaciones ambientales significaban que no había forma de que el acuerdo comercial se aprobara con Bolsonaro en el cargo.
Francia, el mayor productor agrícola de la UE, es uno de los que más se oponen al acuerdo y dijo el año pasado que no había ninguna posibilidad de ratificarlo.
Los datos muestran que la deforestación en la selva amazónica de Brasil alcanzó un récord en los primeros siete meses de este año, cuando el país se adentra en el peor periodo de la temporada anual de incendios.
Para el Gobierno brasileño, la cuestión medioambiental se ha utilizado como pretexto para retrasar el pacto por razones proteccionistas, con la oposición procedente sobre todo de los principales estados agrícolas.