La leche materna cuenta con antibióticos naturales capaces de eliminar bacterias de peligro.
A instancias de la OMS, agosto es conocido como el mes de la lactancia materna. Por ello en estas fechas suele ser corriente la difusión de nuevos estudios sobre los grandes beneficios que conlleva esta práctica. Tal es el caso de una reciente investigación de la Universidad de Vanderbilt (EEUU), divulgada el pasado domingo en el Congreso Anual de la Sociedad Química Americana.
Esta pesquisa se propuso investigar las particularidades inmunológicas de la lecha materna. Por ejemplo, se sabe que una madre infectada con el estreptococo del grupo B (EGB), bacteria responsable de neumonías, septicemias y otras enfermedades, difícilmente le transmitirá tal infección a su bebé durante la lactancia. Ello debido a que, según pudo constatar la mencionada investigación, la leche materna cuenta con antibióticos naturales capaces de eliminar bacterias de este tipo; constituyéndose así en el primer estudio que evidencia la cualidad antimicrobiana “en los carbohidratos de la leche humana”.
La investigación también constató que las más de 200 moléculas de azúcar que existen en la leche materna permiten que los bebés desarrollen a la semana de nacer millones de bacterias benignas en sus intestinos, las cuales a su vez resultan fundamentales para fortalecer y desarrollar su sistema inmunológico. Por último, los investigadores destacaron la presencia de anticuerpos que la madre traspasa al lactante, principalmente durante el primer mes de vida.
Estudios de esta naturaleza, que intentan comprender los extraordinarios atributos de la leche materna, pueden contribuir a contrarrestar el avance de bacterias que se vuelven resistentes a los antibióticos tradicionales, generalmente debido al mal uso y al abuso de estos fármacos por parte de las personas comunes y silvestres así como de quienes se dedican a la cría de animales.
Respecto a la lactancia materna, además de ser fundamental para la buena salud y el desarrollo de las personas, huelga recordar que es el método de alimentación infantil más seguro, saludable y el menos costoso. En efecto, siempre está listo, no requiere preparación ni combustible, no demanda tiempo para su preparación ni esterilización y ahorra agua. A ello se suma su valor ecológico, pues evita la contaminación del medio ambiente. Y por si todo lo anterior no fuese suficiente, existen registros que relacionan una menor incidencia de maltrato intrafamiliar en familias que han dado de lactar a sus hijos, así como una menor incidencia de casos de cáncer de mama y de ovarios entre las mujeres que han dado de lactar.
En resumidas cuentas, son muchas las bondades de la lactancia materna como para no promover su práctica a tiempo y a destiempo, por medio de acciones orientadas a mejorar las políticas públicas y los programas dirigidos a su protección, promoción y apoyo.