El proyecto busca generar información para saber qué pueden hacer las empresas nacionales para ser más eficientes en las ventas en línea.
En Colombia fue lanzado el primer observatorio de comercio electrónico, una iniciativa que, entre otras cosas, busca consolidar la información que hay sobre este tema para acelerar la inclusión digital de negocios en el país, principalmente para micro, pequeñas y medianas empresas (conocidas como mipymes).
De acuerdo con cifras del Gobierno, este tipo de empresas agrupa cerca de 80% del empleo en el país. "Lo que buscamos es generar investigaciones e información para orientar al sector, pero también a las empresas, a las autoridades y a los usuarios. La idea es generar indicadores, análisis e investigación sobre este tema", dijo Victoria Virviescas, presidente de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE). El observatorio es apoyado por este gremio (que agrupa a 400 compañías), el Ministerio TIC y Renata (Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada).
Al igual que sucede en otros países, el comercio electrónico ha venido creciendo a grandes pasos. Según cifras de la CCCE, en 2015 se registraron 49 millones de transacciones comerciales en internet en el país, que se tradujeron en US$16.300 millones, lo que representa un incremento de 64% frente a 2014. La subida entre 2013 y 2014 fue de 29%. En productos, lo que más compran los colombianos son artículos de moda (35%) y, en servicios, está relacionado con viajes (30%).
Este incremento es normal si se tiene en cuenta que otros factores también han crecido, como la cobertura de internet en el país, que hoy presenta más de 28 millones de conexiones a redes de banda ancha(principalmente móviles), de acuerdo con cifras del MinTIC. Así mismo, la confianza del público y las empresas en el comercio en línea también ha experimentado un incremento. Según la CCCE, 76% de los usuarios de la red en el país también son compradores en línea.
El punto de la confianza es uno de los más frágiles en este ecosistema, pues está amarrado a prácticas culturales, formas tradicionales de hacer negocios y alfabetización digital, por mencionar sólo tres asuntos. A esto habría que sumarle el miedo que aún existe en la seguridad de las transacciones en línea.
Buena parte de la tarea en comercio electrónico está, claro, en la sensibilización y educación de los usuarios, pero también de las empresas. "Es importantísimo que las mipyme entren en la era digital porque lo que vemos en todo el mundo es que sin tecnología los negocios mueren. Y si no crecen nuestras empresas, no crece el país", en palabras de Daniel Quintero, viceministro TI del Ministerio TIC.
Ahora, a pesar de que el mantra moderno es que cualquier cosa se soluciona con tecnología, parte de la tarea del observatorio es proveer información veraz y unificada para entender cuáles son los nichos y las empresas que más se beneficiarían del mundo digital. El discurso de "todos tienen que estar en internet" fue, en parte, responsable de la burbuja de los punto com de mediados de los años 90.
Leonardo Rodríguez, director de Renata lo pone de esta forma: "Lo importante con este observatorio es que va a centralizar la información y a decirle a las empresas, los usuarios y al gobierno cuáles son las oportunidades y retos del comercio electrónico. Quizá no todos los negocios necesiten tener transacciones en línea, pero hay que identificar quiénes sí para seguir estimulando la competitividad y garantizar la supervivencia de empresas y empleos".
El observatorio se implementará en tres fases. La primera, entre agosto y diciembre de este año, es crear la arquitectura del observatorio, que cuenta con un comité técnico en el cual están involucrados tres funcionarios de cada uno de las instituciones que lo respalda.
Entre enero y septiembre del próximo año se estarán haciendo mediciones y análisis del sector, consolidando la información de diagnóstico de cómo opera el comercio electrónico. Sobre esta fase, Rodríguez comenta que "es muy importante tener estos datos porque hoy en día muchas firmas de consultoría, por ejemplo, producen reportes sobre esta actividad, pero suelen tener un ángulo, una agenda comercial".
La tercera fase, quizá una de las más interesantes, es poder anticipar qué viene para el comercio electrónico en el país. Una suerte de ejercicio de predicción, pero apoyada en los datos consolidados en las primeras dos etapas del observatorio. Este último paso debería comenzar a darse a finales del próximo año.
"Tenemos mucha esperanza en el crecimiento del sector, aunque también sabemos que hay grandes retos. Uno de ellos es la cantidad de regulación y normatividad que hay, pues el comercio electrónico cruza terrenos como la bancarización, el sistema financiero, la tecnología", dice Virviescas.
Según Rivier Gómez, gerente de MiPyme Digital de Mintic, para las empresas los retos son de confianza y visión. "Tenemos barreras culturales y de información en las compañías. Necesitamos que la gente entienda cuáles son las oportunidades de la era digital. Además de entender sus necesidades y saber que la tecnología habilita, pero también cambia todo muy rápido, por lo que hay que apostarle a entrar en ella". Este programa ha entregado capacitación y asistencia a más de 30.000 mipymes en todo el país.
El evangelio de inserción en el mundo digital, en últimas, no es más que una variable de la constante evolución en la que vive una compañía. El punto acá es que ese proceso se acelera cuando hay tecnología en el medio. Se trata de sobrevivir. O tener resiliencia, como lo describiría Martin Reeves, experto en estrategia empresarial, “No es un factor que nos importe mucho o que midamos constantemente. Pero suele ser más relevante que la eficiencia actual de una compañía, pues no nos dice tanto acerca de qué tan bueno es mi negocio ahora, sino cuánto va a durar y en cuánto y cómo puedo modificarlo”.
La información sobre el comercio electrónico que entregará el observatorio servirá no sólo como un ejercicio para industrias digitales, sino para mejorar, en general, la cadena de producción de miles de empresas. La experiencia internacional muestra, por ejemplo, que esta actividad impulsa sectores como la logística y el transporte. Si crecen los negocios digitales, también pueden crecer otras industrias.
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